Su alta figura y enorme barriga despierta la curiosidad de los grandes y hace brotar la ilusión en los pequeños que transitan apurados con sus padres en busca de los regalos navideños por la peatonal Salvador Diaz Mirón. Es el Santa Claus que cada fin de año demuestra que sí existe y es quien regala juguetes a todos los niños y niñas del universo.
Es Juan Manuel Galván Castillo, de 56 años, trabajador de la construcción. Se llama multiusos, pero dice que hace algún tiempo por necesidad de trabajo descubrió el placer de hacer reír a los niños a través de Papá Noel o Santa Claus, obteniendo la oportunidad de ganar algunos pesos para el sostén de la familia.
Atrae con el típico jojojo y su campana de color plata a los pequeñiñes que caminan tomados de la mano de sus familias y quienes a cambio de una fotografía con el Santa Claus de casi dos metros de alto, regalan 10 ó 20 pesos.
Su larga barba blanca y traje clásico rojo, cinturón negro y zapatos de este mismo color sobresalen entre la multitud apurada en el centro histórico de Tampico. En unos minutos son muchos los niños que se le acercan, otros lo miran con temor a la distancia, pero todos se sienten atraídos por el encanto que en la Navidad que entrará rápidamente a casa y dejará los juguetes y regalos solicitados a través de mamá y papá.
"Me hace feliz dar alegría a los pequeñitos y les pido se porten bien, coman bien y hagan caso a papi y mami y a cambio recibo sonrisas, pero también monedas".
Dice que su traje tuvo un costo de 8,500 pesos y su barba 2,500, que debe pagar para usarla al menos hasta el 24 de diciembre, tiempo que permanecerá trabajando en la peatonal, pero una vez que pase la Navidad regresará a su trabajo normal.
"Les digo a los niños que Santa Claus no es mentira, que sí existe, porque no quiero que muera esa ilusión que todos gozamos en nuestra niñez".
Son muchos los chiquitines que se le acercan para pedirle un saludo. Otros no tan chicos también lo hacen, despertando la curiosidad de la mayoría de los que transitan en esa calle, más concurrida que de costumbre y recordando con su presencia que estamos en la época más bonita del año.