Jorge Alberto Aguilar y su madre, la señora María Cristina Hernández, residentes de la colonia Pescadores de Tampico, vinieron a pagar una manda a la Virgen de Guadalupe, el motivo: estar vivo y de regreso con su familia, luego de haber cruzado de manera ilegal hacia Estados Unidos y haber sido deportado por la policía migratoria.
Jorge es el segundo hijo y único varón de cuatro hermanos, es la segunda ocasión que intenta cruzar al vecino país en busca del sueño americano y lograr una mejor calidad de vida para él y su familia, ya que en México "no alcanza".
Él, como muchos feligreses, este día 12 de diciembre agradecen a la Virgen de Guadalupe con flores, cantos o mandas de agradecimiento. Llegó a la plaza de Armas de Tampico acompañado de su madre, doña Mary, ambos ataviados y emulando a la “morenita” y a San Juan Diego para agradecer "el milagro".
De Tampico a Matamoros, en busca del sueño americano
Fue el pasado 13 de noviembre que Jorge salió en la madrugada de su casa hacia la central camionera, abordó un autobús que lo llevó a la ciudad de Matamoros, allí ya lo esperaba un "coyote" a quien le pagó el "servicio".
La instrucción, esperar a que cayera la noche para cruzar el caudaloso río Bravo. Fue alrededor de las tres de la mañana que comenzó la travesía, sin saber nadar bien, pero con el valor y la fuerza que sale del corazón cuando se buscar cumplir el sueño.
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Cruzó nadando los más de 40 metros de ancho de las caudalosas aguas, pero Jorge fue abandonado por la persona que lo llevaría hasta un lugar seguro. Exhausto y temeroso cruzó nadando el río hasta llegar al suelo americano, Brownsville, Texas. Pero el sueño duró muy poco, a los minutos de caminar entre el monte, la patrulla fronteriza los detuvo a él y a una sobrina que lo acompañaba en la travesía; aunque no los maltrataron sí fueron encarcelados y devueltos a México.
Pasó una semana incomunicado, "pensé que ya no lo volvería a ver"
La señora Mary comentó que su hijo decidió irse a Estados Unidos a buscar una mejor calidad de vida y después de una semana de no saber nada de Jorge, debido a que estuvo encarcelado, sintió miedo y llegó a pensar que ya no lo volvería a ver jamás.
"Por tantas cosas que se han visto, la misma ‘migra’ son malos y los desaparecen. Sí pensé que ya no lo volvería a ver. Lo primero que se me vino a la mente fue encomendárselo a la virgencita para que me lo trajera, y yo creo que tenía apenas como 40 minutos que se lo había encomendado cuando mi hijo me habló por teléfono; andaba como loca gritando y llorando de gusto”, gracias por el "milagro" dijo emocionada y al borde del llanto.
"La virgencita me hizo el ‘milagro’ de traerme a mi hijo de vuelta, se había ido para el otro lado, me lo agarró la ‘migra’ y no sabíamos de él, se lo encomendé bastante; gracias a Dios y a ella aquí está mi hijo conmigo. Prometí traérselo y aquí estamos”, agregó doña Mary llorando.
"Fui a buscar trabajo hace como tres semanas, me fui de mojado por Matamoros, fue algo difícil y no se pudo, pasamos por el río nadando", comentó Jorge quien vino agradecer que está vivo, tiene salud y está con su familia.
Aseguró que por el momento ya no piensa intentar cruzar. "Vamos a echarle ganas aquí", concluyó el joven que -como todos- sueña con una mejor calidad de vida para él y los suyos.