Jorge del Ángel Robles, un voceador con carácter

Cuando hay convicción de salir adelante, ningún obstáculo impide hacerlo

Juan Hernández | El Sol de Tampico

  · lunes 29 de noviembre de 2021

Pese a sus limitantes Don Jorge del Ángel Robles, sigue realizando la venta de periódico | Juan Hernández

Un claro ejemplo de que no hay obstáculos para salir adelante es nuestro amigo voceador Jorge del Ángel Robles, quien tiene más de 40 años trabajando en la venta de periódicos.

Lamentablemente por diabetes le fueron amputadas ambas piernas y eso no le impide seguir laborando para obtener ingresos y llevar el sustento a su familia.

Don José Hernández se ha desempeñado como voceador desde hace casi tres décadas | Juan Hernández

Es originario de Chicayán, en Veracruz, y hoy tiene 64 años de edad, con cuatro décadas dedicado a la venta de periódico, señalando que empezó en una pequeña camioneta en la que repartía los ejemplares en la colonia Infonavit y Arenal.

DIABETES NO LO FRENÓ

Debido a la enfermedad crónicodegenerativa que padece, una herida se le infectó y de ahí perdió una pierna.

Su situación se agravó hasta perder su otra extremidad y a pesar de eso él no se dejó vencer y esto no fue impedimento para seguir con su diaria labor.

Desde las 9 de la mañana y hasta las 2 de la tarde, Don Jorge se instala con su silla de ruedas en la esquina de bulevar Loma Real y calle Canadá, donde con la ayuda de su hijo llega a este lugar en la que le ponen una sombrilla para protegerse del sol.

Explicó que la gente que lo conoce de años va hasta su lugar para comprarle su periódico y dijo que de esa venta pudo darle estudios a sus cuatro hijos.

A PESAR DE LA TECNOLOGÍA, LA GENTE SIGUE COMPRANDO PERIÓDICO

Comentó que los tiempos han cambiado por los avances tecnológicos y las redes sociales, pero a pesar de eso hay gente que aún tiene la costumbre de leer El Sol de Tampico mientras está desayunando o comiendo.

Don Jorge puntualizó que es muy importante inculcar a nuestros hijos y nietos la lectura, ya que hoy en día se está perdiendo la costumbre de tomar un libro por tanta tecnología que nos ha invadido.