Cuando era muy niño, Jaime de la Rosa veía en casa de su abuelo en Chapapote Chico, Veracruz, a los músicos de trío y norteños que se reunían para tocar. Las guitarras y sus sonidos pronto le llamaron la atención. No había concluido la primaria y ya había formado su primer trío romántico. Como si se tratara de un bolero, el romance con la música sigue después de cuarenta años.

El músico, nacido en Ciudad de México pero avecindado en Tampico, Jaime de la Rosa Licona, recibió en el mes de mayo un homenaje por parte de músicos y amigos en la Casa de la Cultura, para celebrar cuatro décadas de destacada trayectoria como músico, arreglista y docente.

Ser un músico en Tampico

"Estoy agradecido con la vida y con mis amigos. Fue idea de Constancio Izaguirre, gran amigo músico y fundador de la Rondalla Tamaulipeca, junto con otras amistades, quienes me propusieron este homenaje. Me sorprendió y lo agradecí mucho. Contar con esta distinción de tan bonito homenaje me hizo sentir muy feliz", dijo el músico a EL SOL DE TAMPICO.

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Ser músico en Tampico, afirmó, ha sido muy especial. Sobre todo por la oportunidad de escuchar a tríos y orquestas que se presentaban cada fin de semana en distintos hoteles del puerto, donde aprendió a tocar boleros como "La señal" o "Algo contigo".

"Me tocó acompañar a todos los tríos de la zona: Los Jaibos, Los Ases, Los Reyes, que tocaban en el Hotel Inglaterra. Era una riqueza escuchar cada semana un trío diferente, sus voces, sus armonías, y acompañarlos".

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Entre el escenario y el salón de clases

Aunque la música lo acompañó desde pequeño, fue por un evento azaroso que llegó a estudiar a la Facultad de Música de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT).

"Yo originalmente iba a estudiar odontología, ya iba a inscribirme, pero pasé por un lugar desde donde se escuchaba música. Un amigo me vio y me dijo: 'Ven para acá'. Al pisar la facultad, había una magia solo con escuchar los instrumentos", relató.

Con curiosidad, se metió a un salón en el que había un piano, comenzó a improvisar una melodía y el entonces director del centro de estudio, Manolo Barroso Ramírez, lo escuchó tocar y le dijo que aplicara para el examen. "Lo hice, lo aprobé, y ahí me quedé".

Cuando concluyó la carrera, la maestra María del Pilar Ramos del Castillo lo invitó a integrarse a la planta docente e impartió a generaciones de jóvenes músicos clases como solfeo, guitarra, bajo eléctrico, arreglos, armonía, entre otras.

Durante su tiempo como catedrático, ha dirigido la Orquesta Big Band, la Rondalla con la cual ganó dos primeros lugares a nivel nacional, y ha sido director invitado de la Orquesta Sinfónica, con su proyecto de salsa con arreglos sinfónicos.

“Respeto la música de hoy en día”

Jaime de la Rosa afirma que ve mucho talento entre los jóvenes músicos y que se mantiene atento a las composiciones de hoy en día, a la música urbana, a los corridos tumbados. Y si bien no todas las propuestas son de su agrado, las respeta como expresiones propias de cada artista.

“Se van haciendo épocas, yo pienso que a mí me tocó una excelente época, aunque mi papá me decía que las épocas anteriores eran mejores. Respeto mucho los cambios”, dijo.

Y añadió: “Es cierto que es muy diferente, ahora la música popular que se escucha es mucho más sencilla. Son muy groseras las palabras que se usan; no creo que le haga tanto bien a los chavitos, pero yo entiendo que Peso Pluma es la moda ahorita, es muy mediático”.

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Prepara un homenaje a Juan Gabriel

Actualmente, Jaime de la Rosa se ha jubilado como docente de la Facultad de Música de la UAT, pero continúa presentándose con su grupo "Gente Estelar", en el que lo acompañan dos de sus hijas. Asimismo, prepara los arreglos para un show en homenaje a Juan Gabriel que espera presentar en Tampico en los próximos meses.

También expresó con entusiasmo que seguirá preparándose estudiando armonía y producción musical. "Todo eso me va a servir para seguir deleitándome con lo que hago. Eso sí, siempre lo disfruto. Lo que toco lo debo disfrutar para seguir haciéndolo. Y seguir aprendiendo, porque la música es infinita".