Se ha pulsado el botón de pausa a los parques eólicos en México, entre ellos un par en Tamaulipas, debido a las políticas que ha emprendido el gobierno federal en el mercado eléctrico, señaló Julio Valle, director de la Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE).
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El directivo informó que hay un buen paquete de proyectos en construcción, por retrasos en trámites que se presentaron en 2020, y que en 2021 estarían entrando a operar unos 2 mil megawatts (eólico y solar).
“Más allá de eso no tenemos mucha visibilidad, sabemos que hay 3 o 4 parques en construcción que se anunciaron, en Tamaulipas hay un par de ellos que tienen avances, pero la realidad es que no hay 100% de certidumbre de que los 4 entrarán en operación, a lo mejor no lo hacen de nuevo este año y se van al próximo”.
Agregó el director de AMDEE, “Tamaulipas es el segundo estado en energía eólica del país y tenía un crecimiento interesante, el impacto a mediano y largo plazo va mucho más allá y podía afectar a otros sectores de la economía que tendrían que pagar más por la luz, y a las industrias de manufactura que podría irse a otros países”.
En México se han recibido 20 mil millones de dólares al cierre del 2020, en 139 proyectos eólicos y solares (en operación) con una generación de 13 mil megawatts.
“Las inversiones que se estaban recibiendo en el sector ascienden a 3 mil millones de dólares por año, entonces lo que vemos es que eso se irá a cero entre 2022 y 2024, porque ya no hay nuevos desarrollos de proyectos, la competitividad de la tecnología permitirá que todavía aparezca alguno, pero realmente será un caso aislado, porque los mecanismos de contratación del mercado eléctrico están rotos, CFE y Sener decidieron que no iban a construir más líneas, ni contratar más proyectos y tampoco le interesa desarrollar estas tecnologías”.
Resaltó que no hay en el futuro inmediato nuevos proyectos de parques eólicos y solares, debido a que se trata de planes de largo plazo que no están diseñados para operar en un año, sino que se llevan 3 o 4 años en desarrollarse y que estarán operando 20 años.
Para ello apuntó que se necesita certidumbre de largo plazo, “La verdad es que desde hace más de un año la certidumbre jurídica del sector se ha visto sumamente golpeada por los cambios constantes que promueve la autoridad federal”.
Sobre la contrarreforma eléctrica propuesta por el Ejecutivo Federal, dijo que está en un carácter de preferente y tendría que estar máximo 30 días en la Cámara de Diputados y otros 30 días en la Cámara de Senadores, donde se tendrá que discutir, dictaminar o en su caso desechar.
“En dos meses sabremos si pasó o se modificó, y una vez que se publique es que podríamos ver temas ya de juicios de amparo, y probablemente otras medidas en juicios internacionales”.
Mencionó que las empresas están analizando todas las alternativas, porque esto impacta a todo el sector, no solo eólico y solar, sino a las plantas privadas que hoy operan en México, incluidos cogeneradores, plantas de gas natural de ciclo combinado, hasta pequeñas de diésel o de gas que pudiera haber en industrias, y pequeñas hidroeléctricas.