Aún cuando existe una restricción para evitar la presencia de vendedores ambulantes y semifijos en las escolleras de playa Miramar, este paseo se ha convertido en las últimas semanas en un gran mercado con puestos que obstruyen la visibilidad y el paso de visitantes.
Elotes, raspados, artesanías, sombreros, lentes e incluso comida se ha comenzado a vender en esta zona, la segunda turisticamente más importante del municipio de Ciudad Madero con la gran cantidad de turistas que acuden todos los días.
El señor Froylan Campos Díaz, propietario de un local establecido en la entrada a las escolleras dijo que “además de lo feo que se ve nos vienen a afectar a nosotros, porque ellos no pagan todo lo que los establecidos si tenemos que hacer frente y nos pega muy fuerte en nuestras ventas”.
Estiman que el aumento de los vendedores ambulantes se ha dado en el último mes, sin que la autoridad federal por medio de la Administración Portuaria Integral (API) que administra esta zona o la municipal a travez de turismo haga algo por frenar el crecimiento del ambulantaje.
Las sombrillas de vendedores cubren una buena parte del rompeolas, tanto del lado del río Pánuco como del Golfo de México, ofreciendo a los paseantes souvenirs hechos a base de conchas, fritangas, lentes de sol o bloqueadores solares.
“Nosotros teníamos entendido que esa es una zona no permitida para el ambulantaje pero resulta que nadie hace nada por regular esa situación, de nada sirve que hayan puesto más vigilancia si ellos mismos dejan que se instalen” dijo el entrevistado.