La puesta en marcha del Instituto de Salud y Bienestar (Insabi) sin haber realizado previamente inversiones en infraestructura, equipamiento, contratación y capacitación de personal, hace inminente la saturación de los servicios de salud en instituciones públicas.
Aunado a ello, las dificultades para garantizar un abasto oportuno de medicamentos a pacientes que siguen tratamientos por enfermedades crónico degenerativas, podrían complicar no sólo el cumplimiento del objetivo que se trazó con el Instituto que sustituye al Seguro Popular, sino que puede hacer más perjudicial para los derechohabientes del IMSS e ISSSTE, consideró la regidora Pilar Camacho Ruiz.
Dijo que no se ha podido atender en forma adecuada a las personas que solicitan atención médica gratuita.