Ineficiencia y lentitud en las fiscalías del fuero común inhiben denuncias de la ciudadanía

La falta de personal, lentitud y burocracia desalientan a los ciudadanos

Mirna Hernández

  · jueves 15 de marzo de 2018

La falta de personal, lentitud y burocracia desalientan a los ciudadanos a presentar denuncias en las fiscalías del fuero común cuando son víctimas de los delincuentes, aunado a que no hay trabajos de investigación policiaca y con ello menos del 20% de los delitos son sancionados.

El presidente de la Asociación Regional de Comerciantes e Industriales Mexicanos, José Eduardo Hernández Cabrera, dijo que presentar una querella en el edificio "El Campanario", que alberga las oficinas de la Procuraduría de Justicia en el Estado, se convierte en un verdadero calvario, pues en ese primer paso hay que dedicarle entre tres y cinco horas.


En la mesa ciudadana de Seguridad Pública planteamos esa problemática, pues nos dicen que no hay denuncias, cuando el tema de procuración de justicia es lenta, no tiene personal suficiente y la efectividad de las fiscalías prácticamente es nula, indicó.


"No hay respuesta a las denuncias, tampoco hay investigación policiaca, lo que hace que sea mínimo el número de casos esclarecidos y que con mucha frecuencia los delincuentes queden fácilmente en libertad, porque además integran con deficiencias las averiguaciones", agregó.


El directivo, expresó, que no podrá haber una mayor respuesta de la población porque no hay avance en las fiscalías y en el caso de las denuncias anónimas sólo las piden para estadísticas, entonces no tienen sentido.


También pedimos que el organismo C-4 ofrezca resultados, pues se desconoce cuál ha sido la efectividad y el funcionamiento de las cámaras en Tampico, Madero y Altamira. Tampoco hay información sobre dónde o cómo atraparon algún delincuente o si fue sorprendido a través de esas medidas de seguridad, como ocurre en otras ciudades, añadió.


Dijo que cuando el delincuente es sorprendido y arrestado en flagrancia, los policías suelen ser muy puntillosos con las víctimas, mientras que la otra parte recibe un mejor trato, lo que también aumenta la desconfianza de la ciudadanía hacia las autoridades policiacas.

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