Industria refresquera, fábrica de enfermedades

Estudios médicos comprueban que la ingesta elevada de gaseosas provoca nocivos efectos a la salud 

Paulo Monsiváis 

  · domingo 5 de mayo de 2019

El hábito de consumir, desde la infancia temprana, bebidas azucaradas en exceso se ha convertido en uno de los principales enemigos de la salud pública no solo en la zona sino en todo el país, pues “lamentablemente México ocupa el quinto lugar en el mundo en el consumo, una estadística nada honrosa, pero sí muy peligrosa”.

En las etiquetas viene la fórmula de su contenido, pero no los daños secundarios, pero sus efectos se pueden sentir en diversos padecimientos desde una simple mala digestión, incluso gastritis, caries, pasando por sobrepeso, obesidad, diabetes hasta cálculos renales, asma, descalcificación, anemia, depresión y en los últimos estudios Alzheimer.

Por eso el hábito de tomar, desde la infancia temprana, bebidas azucaradas en exceso se ha convertido en uno de los principales enemigos de la salud pública, no sólo en la zona, sino en todo el país, pues “lamentablemente México ocupa el quinto lugar en el mundo en el consumo, una estadística nada honrosa, pero si muy peligrosa”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) indican que el mexicano promedio bebe 163 litros de refresco al año. Esta cantidad es 45 litros mayor que la del estadounidense promedio y 7.3 veces más que el promedio mundial.

“A nivel nacional las ciudades que estamos más al norte de México somos las que tenemos más problemas con la Diabetes, el promedio nacional es entre 9 y 14 por ciento de la población y en la zona podemos decir que más de 1 de cada 10 personas en Tamaulipas tiene esta enfermedad”, expone el endocrinólogo Sergio Zúñiga González.

Comenta el también presidente de la Asociación de Diabetes del Noreste A.C. que “entre los factores ambientales, es decir lo que uno hace para afectar su salud esta principalmente el consumo de bebidas con un alto contenido de azúcar, que está calificado como uno de los elementos nocivos y que originan muchos problemas”.

Indica que la alta fructuosa que normalmente contienen los refrescos embotellados, provoca cambios metabólicos, demostrados por muchos estudios médicos, hace que la persona incremente su resistencia a la insulina, es decir disminuye su capacidad para la función del páncreas, predisponiendo el cuerpo para enfermar de diabetes.

A los 20 minutos de haber tomado un vaso, el nivel de azúcar en la sangre aumenta rápidamente y causa una enorme secreción de insulina. Así, los azucares que el organismo no logra digerir se transforman en grasa y como resultado aparece el sobrepeso y obesidad.

En mi opinión, añade, “una persona no debe de consumir ni una botella diaria de este tipo de bebidas, pues por su efecto tiene que beberse de manera ocasional, como era antes, pues si consume todos los días, son entre 300 y 600 calorías que el organismo acumula, se tendría que correr durante una hora para que el organismo las libere”.

Explica la combinación de sedentarismo, alto consumo de calorías y factores como la herencia han creado actualmente la “tormenta perfecta”, para crear predisposición para diversos problema de salud, sobresaliendo las personas con prediabetes, que alcanzan al 25 por ciento de la población.

Aunque la mayor parte de las personas que se detectan con un padecimiento provocado por el consumo de bebidas azucaradas es mayor a 50 años, existen ya muchos casos de jóvenes de 20, 25 y 30 años que han contraído padecimiento como la diabetes, por lo que la cultura alimenticia debe cambiar de manera urgente, antes que colapsen las instituciones de salud.

Generar una mejor cultura de alimentación, añade, “es un trabajo que nos compete a todos como sociedad, pero principalmente a los padres de familia, que deben de vigilar que es lo que están consumiendo los niños y moderar entre otras cosas la ingesta de grasas, calorías y bebidas azucaradas”.

ALTA INGESTA

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) indican que el mexicano promedio bebe 163 litros de refresco al año. Esta cantidad es 45 litros mayor que la del estadounidense promedio y 7.3 veces más que el promedio mundial.

SOBREPESO Y OBESIDAD

México ocupa el primer lugar en sobrepeso y obesidad en América Latina y cuarto en el mundo, donde 4 de cada 10 niños en edad escolar y el 40% de los adolescentes en el país tienen problemas de obesidad.

LOS MALES DE OCASIONA

Caries, sobrepeso, problemas cardiacos, obesidad, diabetes, problemas renales, asma y alergias, descalcificación, anemia y alzheimer