La jaiba, icono de Tampico, afronta una grave amenaza por la sobreexplotación en lagunas de la entidad, que ha dejado de ser autosuficiente para atender la demanda regional y a raíz de que sus cosechas actuales van en caída, el Instituto Nacional de Pesca propuso quede protegida con periodos de veda.
El jefe de la subdelegación de Pesca en Tamaulipas, Manuel Vázquez Robles, dio a conocer que desde hace una década la producción del crustáceo ha venido en descenso originando que el mercado regional, con una creciente demanda del producto, sea abastecido por el Pacífico.
Aunque todavía no se han establecido las fechas de veda, se trata de una medida inminente en Tamaulipas enfocada a proteger la especie, mejorar sus tallas y darle mayor sustentabilidad en las lagunas de San Fernando, Altamira, e incluso Pueblo Viejo, Veracruz y la región de Matamoros, Tamaulipas, explicó.
En Altamira existe la sociedad cooperativa Marismeros del Puerto, con granjas de cultivo del crustáceo que abastecen una parte del mercado local aunque, al igual que otras plantas procesadoras en el norte y centro de la entidad, tienen que adquirir el producto de otros estados del país, agregó.
En 2017 el volumen de producción ascendió a 1,858 toneladas con valor comercial de un millón 858 mil pesos. De enero a septiembre hubo un incremento de más del 20% con 2,297 toneladas, sin embargo se trata de cifras ínfimas en relación a la de otros años, sobre todo en la región del sur de Tamaulipas.
Señaló que la imposición de vedas, que ya se aplica al camarón de laguna y alta mar, lisa, liseta, tiburón y cazón en Tamaulipas ha dado resultados con la protección a ese tipo de especies.