Los huracanes son un fenómeno termodinámico que trata de establecer un balance térmico en la tierra, a partir de estos fuertes vientos giratorios se libera el exceso de calor acumulado en las aguas del océano, lo que los convierte en una válvula de escape.
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En los trópicos se acumula un exceso de calor y de vapor que gracias a los huracanes se libera y se transfiere a latitudes más frías, permitiendo un reparto más equitativo de la energía del sol.
Cada año se repiten las condiciones propicias para la formación de huracanes, de junio a noviembre en el hemisferio norte y de noviembre a abril en el hemisferio sur.
“Si hay un sobrecalentamiento del Ecuador entonces se fuga calor hacia el polo para equilibrar a través de los huracanes y lo inverso en el invierno. Los huracanes son tan necesarios para nosotros que son los principales portadores de agua a las cuencas hidrológicas que tenemos y el que no lleguen huracanes a nuestras costas es crítico, por eso se tiene una sequía tremenda”, señaló el Dr. Sergio Jiménez Hernández, profesor investigador de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
55 AÑOS SIN UN HURACÁN
Desde hace 55 años que un fenómeno de este tipo no llega a la zona sur de Tamaulipas, considerado como el último en impactar esta región el huracán Inés.
“Los huracanes se han desviado a otras zonas, producto de una dinámica global, ya de manera directa desde hace 55 años que no llega un huracán”, indicó Jiménez.
Recordó que en 1988 llegó el huracán "Gilberto", causó muchos daños en la región, pero su impacto fue en Monterrey, “muchos que estaban en Tampico se fueron para allá para cuidarse de agua y resulta que pegó allá, pero sí generó daños en esta región”.
Esta falta de huracanes en Tamaulipas son un reflejo del desbalance climático, siendo el principal modulador del clima el océano.
“De acuerdo a los principios termodinámicos, cuando tienes dos cuerpos con dos temperaturas diferentes tienden a equilibrarse y eso genera movimiento, es así como responde la naturaleza”, dijo.
Jiménez mencionó que la pasada época de huracanes fue la más activa de la que se tiene registro, con más de 30 huracanes en la temporada, incluso se agotaron los nombres convencionales y empezaron a llamarlos por el alfabeto griego.
“Hubo un momento en el que estuvieron en el Atlántico, Golfo de México y el Caribe casi siete eventos ciclónicos activos al mismo tiempo, eso habla de un desequilibrio termodinámico de toda la tierra”.
Aseguró que el océano se ha calentado de uno a dos grados en los últimos 50 años, el calentamiento global se detona con la revolución industrial y con el consumo masivo de combustibles fósiles.
La Conagua invirtió 96 millones de pesos en dos radares meteorológicos ubicados en Altamira, Tamaulipas, y en Baja California, que servirán para medir los impactos de los ciclones tropicales, lo que incluye vientos, mareas de tormenta, inundaciones y otros índices.