Tan bonito como viejo era el Hotel Progreso, cuya fachada se derrumbó esta madrugada sobre una calle del centro de Tampico; quienes lo recuerdan señalan que esta construcción con balcones nació con el auge petrolero.
La construcción de este inmueble, que se encuentra sobre la calle Pedro J Méndez, frente a uno de los costados de los nuevos mercados de Tampico, inició en 1900 por lo que coincidió con el desarrollo del petróleo que impulsó la economía de la región, consolidándose como un punto de referencia para viajeros y empresarios en aquella época de esplendor.
Eran pocos los sitios de hospedaje en la zona
Para Francisco Ramos, recordar este inmueble trae consigo muchos recuerdos, ya que en ese tiempo eran pocos los sitios de hospedaje en la zona, al comenzar la llegada de inversiones y el movimiento económico en aquellos años.
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“En la época del auge petrolero a principios del siglo XX, ese lugar era el más común debido a su ubicación en la zona centro de Tampico. Muchos, por la cercanía del mercado al que acudían para realizar sus compras, se hospedaban en ese hotel”, señaló el hombre de 75 años de edad.
Un hotel grande con dos accesos
Una de las características de este edificio, que por décadas se mantuvo como un hotel de paso entre los más económicos, es que contaba con más de 20 cuartos de hospedaje.
“En aquellos años, los hoteles más lujosos eran los que contaban con abanicos de techo o con ventanales amplios. Una característica del Hotel Progreso era que el acceso estaba en la parte trasera del edificio, en la calle Héroes del Cañonero”, agregó Ramos.
Siempre conservó su estructura antigua, conformada por un interior de madera y ladrillos.
Con muy pocas comodidades, el hotel continuó brindando sus servicios, ya que solo contaba con ventanales y abanicos para hacer más llevadera la estancia.
La economía del hospedaje permitía que los ciudadanos pudieran disfrutar de la vista en la zona centro de Tampico.
Era un hotel con baños comunitarios
Ramos, que toda su vida ha recorrido esta zona centro, recordó que una particularidad de los hoteles de esa época es que no todos contaban con baño en las habitaciones, sino que estos eran comunitarios.
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“Esos hoteles no tenían baño propio, tenían uno comunal, lo que significaba que los huéspedes debían salir de sus habitaciones para usar el sanitario. Este tipo de hoteles era muy común, ya que muchos venían de la Huasteca a hacer compras o negocios en Tampico”, señaló el entrevistado que hoy con nostalgia recuerda las épocas de gloria del Hotel Progreso, hoy casi derrumbado en Tampico y que nació con el auge petrolero.
