Agobiados por la situación que enfrentan ante la sequía y el abandono en que se encuentra el campo norveracruzano, gran cantidad de hombres han decidido emigrar en busca de mejores oportunidades laborales y poder llevar el sustento a casa.

Se van a ciudades cercanas como Tampico o Altamira, aunque otros lo hacen a la franja fronteriza y los más osados a los Estados Unidos, ya que las actividades agrícolas prácticamente han desaparecido en los sectores de temporal.

EN BUSCA DE MEJORES OPORTUNIDADES PARA ELLOS Y SUS FAMILIAS

Óscar Rodríguez Montiel, regidor tercero del ayuntamiento del municipio de Pueblo Viejo, titular de la Comisión de Población, reconoció que la emigración de los hombres del campo se ha venido presentando los últimos 20 años, pero en los últimos cinco este fenómeno se ha incrementado.

Pero ante el constante y recrudecido abandono oficial al campo que continúa hasta los días actuales, los jóvenes hombres y en menor proporción las mujeres, siguen dejando sus comunidades en la zona rural.

No lo hacen por gusto o placer, sino que van en busca de oportunidades laborales, pero ahora en las ciudades próximas, seguido por las grandes metrópolis y la franja fronteriza en los estados del norte, así como algunos en busca del sueño americano.

EL CAMPO YA NO PRODUCE PARA SUSTENTAR A LAS FAMILIAS

El estado de destrucción del campo norveracruzano se presenta, entre otros, por factores como el cambio climático, que ha provocado que las temporadas de lluvias, antes muy puntuales, ahora sean irregulares y en muchos casos inexistentes, que las altas temperaturas resulten agobiantes para los cultivos, provoque la erosión de la tierra, lo que impide a los productores sembrar y por consecuencia no tener que cosechar, lo que a lo largo de los años ha descapitalizado a los campesinos.

Los jóvenes permanecen en sus comunidades, algunos hasta después de concluir sus estudios de secundaria, otros al término del nivel bachillerato, hay quienes salen para continuar con su instrucción académica, mientras que la mayoría de ellos emigran en busca de trabajo que ya no tienen en el campo.

EL ABANDONO DEL CAMPO

León Almazán Zavala, comisariado del ejido Benito Juárez y dirigente campesino en los municipios de Pueblo Viejo y Tampico Alto, fue claro al señalar que “los campesinos abandonan el campo, porque el campo está abandonado”.

Y no se refería solo a la ausencia de lluvias, sino también a los gobernantes que ya no tienen interés en la tierra, en que produzca, sin programas efectivos, sin objetivos claros, muchos menos apoyos que reactiven este importante sector primario dedicado a cultivar los alimentos del país.

La autoridad ejidal no pudo cuantificar el número de personas que han emigrado de las comunidades, pero señaló que de cada diez familias del campo, en cuatro de ellas los jóvenes a partir de los 17 años y los hombres hasta los 50 deciden partir para buscar mejores condiciones económicas para ellos y sus familias, condiciones que el campo ya no les puede dar.

CULTIVO DE TEMPORAL YA NO EXISTE

El campo se ha estancado, desde que se ausentaron los periodos de lluvias, los campesinos han enfrentado pérdidas y ejemplificó esta situación al señalar que hace algunos años un productor que sembró 20 hectáreas de tierra, perdió más de la mitad de su cultivo por falta de precipitaciones, es decir, sólo cosechó siete hectáreas que no rindieron lo que deberían.

Entonces este campesino perdió la mayor parte de su inversión, y su ganancia ya no le permitió cultivar las 20 hectáreas otra vez, solo le alcanza para sembrar tres de ellas que difícilmente se puedan cosechar, continuando con pérdidas sin ninguna ganancia, dejándolo descapitalizado y sin ninguna posibilidad de seguir trabajando la tierra por falta de recursos. Es así como el campo norveracruzano se está quedando sin mano de obra, ante los hombres de campo que desesperados emigran a otras latitudes, dejando su tierra y la esperanza de que a la brevedad el gobierno voltee a ver el campo y las lluvias regresen.