El amor en los tiempos del Covid-19 también florece hacia nuestras mascotas, compañeros incondicionales de vida y por quienes permanecen en la trinchera los médicos veterinarios, profesionistas incansables que cuidan y atienden la salud de las especies del reino animal que tenemos en el hogar.
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El MVZ Agustín López Lagos acumula 35 años en esa carrera y en estos tiempos inéditos por la propagación de la enfermedad causada por el coronavirus, no se ha quedado en casa y trabaja todos los días atendiendo perros, gatos, conejos, hamsters, pajarillos, tortugas y otros animales que conviven con las familias.
En su adolescencia supo que lo suyo era dar salud a la especie animal y eso lo animó a estudiar la carrera de médico veterinario zootecnista en la UAT campus Ciudad Victoria, profesión que desempeña con dedicación y afecto, porque a través de las mascotas descubrió y ha sido testigo del lado más hermoso de los humanos, el amor por sus compañeros incondicionales.
Los programas nacionales de Sana Distancia o Quédate en Casa no han parado la tarea diaria para este profesionista y al igual sucede con más del centenar de veterinarias situadas en Tampico, Madero y Altamira, negocios considerados esenciales y que mantienen disponibles sus servicios.
Además de la vacunación, esterilizaciones en hembras y machos, cirugías de retiros de matriz en caninas, tumores mamarios, de piel o tratamientos de patologías como parvovirus, problemas gastrointestinales, artrosis, ehrlichiosis transmitido por la garrapata común en los perros y así como otitis, problemas gástricos e infecciones en los gatos, las enfermedades cotidianas atendidas por el médico López Lagos.
Agustín, quien hoy es nuestro Héroe Real, expresó que en estos días, irrumpidos por la rápida propagación del Covid-19, ha hecho florecer en mucha gente, buenos sentimientos como la solidaridad, pero también el afecto a las mascotas, multiplicando el trabajo para los médicos, considerados principales en este escenario inédito de confinamiento.
En su negocio de la calle Pedro José Méndez de la zona de los mercados municipales hace ver que en los últimos años el sentido de responsabilidad y conciencia entre la población local ha cambiado hacia sus animales de compañía y en muchos hogares son tratados como compañeros de vida.
Aunque en estos días, lamenta que sea la falta de dinero entre las familias un obstáculo para recuperar la salud de los caninos o felinos, pero cumple con la responsabilidad que tienen de ofrecer su mejor esfuerzo.
Dice que el cáncer es una patología frecuente en perros geriátricos y cuyo tratamiento es muy costoso para sus dueños, además que en los últimos meses hay escasez de medicamento, obligando a utilizar fármacos para humanos.
Ser veterinario le suele convertir en psicólogo, pues los clientes acuden con sus animales enfermos y expresan sentimientos de soledad o depresión, que los hacen aferrarse a sus compañeros y debe convencerlos, en algunos casos, que es mejor dejarlos morir para que descansen.
Con esta tarea diaria ha descubierto la gran sensibilidad humana y que son muchos más los que no incurren en conductas irracionales o hasta deshumanas como el maltrato animal, lo que fortalece su ánimo para seguir trabajando en el bienestar de la especie animal .