Habitantes del sur de Tamaulipas se unen al movimiento "Por la vida"

Que de manera coordinada se realizó en 70 ciudades de toda la República mexicana

Otilio Núñez

  · sábado 21 de septiembre de 2019

Habitantes de la zona sur de Tamaulipas se unieron al movimiento “por la vida” que de manera coordinada se realizó en 70 ciudades de toda la República mexicana, realizando una megamarcha por la avenida Hidalgo y la Álvaro Obregón que culminó con una concentración masiva en la Plaza de Armas de Tampico.

Eduardo Hernández Cabrera, presidente en el sur de Tamaulipas del Frente Nacional por la Vida, destacó que esta acción, es una respuesta ante las 22 iniciativas que atentan contra la familia y que se analizan en el congreso, cinco de ellas relacionadas con el aborto, 5 de eutanasia, despenalización de las drogas, y de ideología de género.

Personas de todas las edades de los municipios conurbados de Tampico, Ciudad Madero y Altamira, se unieron a la marcha buscando que su voz haga eco entre los legisladores, quienes coincidieron en señalar, “deben ser voceros de la población”.

Eduardo Hernández consideró que “es momento que los diputados y senadores se sienten a dialogar para enterarse del sentir de la población, con una sociedad que requiere leyes justas para la mujer, y principalmente para aquellas que tengan un embarazo inesperado por la razón que sea”.

Lamentó que el gobierno les de como única opción el aborto pensando que es una solución, cuando en realidad “es el inicio de una serie de problemas, ya sean psicológicos, de salud, mentales, algo que no explican, y lo que nosotros buscamos es poner un alto a la cultura de la muerte”.

Con el lema “salvemos dos vidas”, destacó la importancia que para esta actividad contaron con un mayor apoyo de los jóvenes, quienes tuvieron una activa participación en la organización de la megamarcha.

Finalmente externó que este “no es un movimiento político, y el color azul que significa si a la vida se adoptó desde Argentina donde inició esta acción a favor de la vida, donde las mujeres se distinguían al portar pañoletas azules”, añadiendo que se fue extendiendo por Latinoamérica hasta llegar a México.