Las enfermedades alérgicas e infecciones respiratorias de repetición son aquellas que se presentan con una frecuencia mayor de lo habitual de acuerdo con la edad del paciente, y encuentran en las guarderías zonas de propagación; deben ser atendidas de manera oportuna por un especialista.
El alergólogo e inmunólogo pediatra del Hospital Ángeles Tampico, José Manuel A. Vega y López, dio a conocer que los problemas alérgicos, como la rinitis y el asma bronquial, están asociados a infecciones respiratorias, tales como la rinofaringitis, la faringoamigdalitis, la laringotraqueitis y el asma bronquial.
"Los virus son los principales agentes infecciosos, capaces de exacerbar los síntomas respiratorios, como el moco nasal, la congestión y los estornudos. Esto puede evolucionar a complicaciones como la otitis media, sinusitis maxilar y, por supuesto, el asma bronquial", explicó.
El especialista de la salud que brinda atención en el Consultorio 850 de dicho nosocomio privado amplió que los niños comienzan con esta sintomatología al ingresar a las guarderías, ya que se infectan muy fácilmente con otros pequeñines que ya tienen problemas respiratorios.
¿Cuáles son las recomendaciones?
Entre las recomendaciones para disminuir estos padecimientos está obtener una buena evaluación médica que permita un adecuado manejo de la rinitis alérgica y el asma bronquial.
Además de proporcionar herramientas a los niños, como los lisados bacterianos y el factor de transferencia, entre otros, con el fin de fortalecer su sistema inmunológico al aumentar los niveles de inmunoglobulina A (IgA) secretora y, de esta manera, ayudar a disminuir estos procesos.
"Los pacientes con rinitis alérgica y asma bronquial deben ser evaluados por un alergólogo y, en un momento dado, se les pueden realizar pruebas cutáneas mediante el método de Prick, que se utiliza en diferentes países. Este proceso es sencillo, seguro y no doloroso".
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El doctor José Manuel destacó que una vez que se tiene el diagnóstico de que es alérgico, el paciente entra en un programa de inmunoterapia específica, que se puede administrar en forma de gotas por vía sublingual o bien a través de la vía subcutánea. Este tratamiento de inmunoterapia debe tomarse durante al menos tres años.
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Puntualizó que el éxito en el resultado de la buena evolución en la atención de las enfermedades alérgicas e infecciones dependerá, desde luego, de las mejoras ambientales que los padres realicen en casa, como suprimir el tabaquismo y mantener constancia en las vacunas.
