Agricutores y ganaderos del municipio aseguraron que se encuentran en manos de Dios debido a la falta de lluvia durante este año que les provocó que no efectuaran la siembra de sorgo y soya de dos ciclos seguidos, causándoles una serie de pérdidas económicas y desempleo a los jornaleros.
Toribio Cruz González, dirigente de los agricultores en el municipio, indicó: “Estamos en manos de Dios, sólo poniéndonos a rezar podremos hacer que llueva, pues el campo altamirense este año ha sido castigado por falta de lluvia y al menos mil productores hemos sido castigados, pues dos ciclos seguidos no nos fue posible sembrar tanto sorgo como soya debido a la falta de humedad”, explicó.
El entrevistado informó que el ciclo de siembra de sorgo se perdió desde finales del año pasado, “tuvimos mucho frío y poca lluvia, eso nos provocó que no pudiésemos sembrar el sorgo; y en junio, cuando se abrió el periodo de siembra para soya no nos fue posible hacerlo debido a que tampoco tuvimos suficiente agua”.