Ozuluama, Ver., Octubre 13.- Productores pecuarios de la zona norte de Veracruz aplauden la medida adoptada por Víctor Manuel Villalobos, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), y el Gobierno federal, para la implementación de un “cinturón de control” para frenar el ingreso ilegal a México de un millón de cabezas de ganado provenientes de Centroamérica, debido al grave riesgo de sanidad que esto representa para el hato mexicano.
Así lo dio a conocer Salvador Hernández Reyes, ganadero en este municipio, que dijo “es necesario que se tome este tipo de medidas y que la encabece la Guardia Nacional, porque se trata del ingreso irregular al país de un millón de cabezas de ganado al año, que no portan ningún tipo de documentación sobre su legal procedencia y trazabilidad de sanidad”.
Dijo que esto es necesario porque permitirá que se tenga mayor y mejor control del ganado bovino que ingresa a México por la frontera sur, y que los rebaños cumplan las disposiciones legales y sanitarias que protejan la condición zoosanitaria y la competitividad de la ganadería nacional.
El ganadero ozuluamense recordó que Oswaldo Cházaro Montalvo, dirigente de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG), señaló que un momento de ausencia de protocolos motivó que, en su momento, estados de tránsito y destino implementaran mecanismos emergentes y provisionales para mitigar el riesgo potencial que implicaba la falta de seguimiento de ese ganado, entre los cuales destaca la “trazabilidad limitada”, que ha evitado que ese ganado sea parte del inventario nacional y ha permitido reducir de manera efectiva el riesgo de diseminación de enfermedades como lo demuestra la actual condición zoosanitaria del ganado mexicano.
Los ganaderos veracruzanos señalan que el ingreso ilegal de ganado procedente de Centroamérica afecta seriamente a los productores locales porque provoca el abaratamiento del precio del ganado que cumple con la normatividad que marcan las leyes de sanidad animal.
En México hay un programa contra la tuberculosis y la brucelosis que no existe en otros países, por lo que los productores nacionales consideran la importancia de regular que los animales que ingresan cumplan las mismas condiciones que se exigen al ganado nacional.