“Los videojuegos no pueden satanizarse” por algunas personas que han hecho mal uso, pues son los padres quienes deben de vigilar que hacen sus hijos, pero también el gobierno crear la oportunidad de alternativas para que la juventud se ocupe en actividades que contribuyan a su desarrollo”, considero Sebastián Flores, de Namis eSports, agrupación que organiza partidas con diversas comunidades de gamers.
“El gobierno debe encargarse de darle oportunidad a los chavos para que hagan otro tipo de actividades deportivas o sociales para que sea más difícil que se acerquen al crimen, en las comunidades de video juegos, que hay a lo largo de la república, son una sociedad que se apoya y se conoce y está creciendo poco a poco en México, donde ya se dio también la alerta para evitar estas situaciones”, dijo.
SUPERVISIÓN PARENTAL: NECESARIA PARA EL CONSUMO DE VIDEOJUEGOS
Actualmente los padres de familia deben cuidar el tipo de videojuegos que consumen sus hijos, advierte, “hay juegos de todo tipo, pero tienen su clasificación con etiquetas que prohíben a menores de 18 años, menores de 13 y que recomiendan supervisión parental, que se llaman PG13 o PG18, con los que se puede saber si es apto o no para personas de cierta edad y requieren que los padres los revisen”.
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Añadió que las comunidades de videojugadores han crecido de forma exponencial en México “y muchos jóvenes de estos grupos de jugadores, encuentran también amistades y socialización en este tipo de videojuegos, que puede ayudarlos también alejarse de eso, pero es necesario el apoyo del gobierno para generar esta posibilidad y que se verifique en cuanto detecten alguna situación.
Expuso que “hay comunidades de diversos videojuegos en los 32 estados de la República Mexicana con entre 100 a 500 jugadores en cada entidad, algunas con menores desde 12 años. Sin embargo, no han sucedido hechos de riesgo de forma constante y es necesario que el gobierno haga lo mecanismo para que los sectores más vulnerables tengan la opciones para su desarrollo”.