Parecía que ya había pasado el peor escenario del Covid-19 con los entierros exprés y la saturación de crematorios, pero todo indica que no hemos visto lo peor, ya que a consecuencia de la falta de cuidados, reuniones clandestinas y apatía para tomar conciencia de los riesgos que representa esta pandemia, los contagios han aumentado y con ello se espera una nueva etapa de muertes.
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Esta para nadie es una buena noticia, ya que representa el aumento del dolor en decenas de hogares, sumándose a los más de 3 mil decesos que se han registrado desde el inicio de las infecciones de Covid-19 hasta hoy.
“Cuando comenzó la pandemia teníamos hasta 20 cremaciones diarias debido a las muertes por coronavirus, ya no existían muertes como cáncer, diabetes, hipertensión; en los certificados solo había Covid-19”, dijo en exclusiva para El Sol de Tampico el gerente de la Funeraria López Home, Julio César Casados Martínez.
El encargado del establecimiento ubicado en la avenida Ejército Mexicano, una de las siete autorizadas en la zona sur de Tamaulipas para tratar víctimas por este patógeno, explicó que en más de 30 años de dar el servicio en la zona, con cuatro capillas de velación, servicio de estacionamiento, crematorio y servicios a domicilio nacionales e internacionales nunca habían vivido algo así.
“Esta enfermedad se propagó en gran parte debido a la incredulidad y la ignorancia de la gente, incluso muchas personas en la actualidad siguen sin creer, todavía piensan que es una mentira del gobierno, a mí me ha tocado incinerar amigos, que inclusive tampoco creían y es muy doloroso”, refirió el entrevistado.
En la actualidad todas las funerarias están preparadas para recibir víctimas de esta pandemia, debido a que constantemente son capacitados por la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris) mediante cursos de sobre la manera de hacer el traslado, el contacto con el fallecido y los familiares considerados como posibles portadores del Covid-19.
Como parte de los protocolos de protección del personal funerario es requisito obligatorio acudir por el cuerpo con careta, máscaras, botas, guantes y un traje especial para poder ingresar a los hospitales y domicilios particulares, donde afortunadamente entre el personal de la funeraria no se ha dado ningún caso positivo.
Entre julio y agosto se vieron rebasados ante la gran cantidad de fallecidos y el apoyo brindado por el Gobierno del Estado a las familias, a través de la Secretaría de Salud, condonándoles el costo de la disposición final del cuerpo, muchas familias desistieron de este apoyo, pero la mayoría lo tomaron.
“Entonces había mucha gente que se venía con nosotros y es cuando se presentaba la saturación, por eso tardábamos de 10 a 15 días en entregar el cuerpo a los familiares después de que entraba a la funeraria”, recordó el entrevistado.
Aunque normalmente las funerarias realizan las cremaciones de noche, ante la demanda tuvieron que hacerlo también de día para cumplir con el trabajo, “realmente no existe ningún peligro de contagio al respirar el humo producto de la cremación, son huesos áridos, pero la gente comenzó a preocuparse porque eran muertes del coronavirus, pero realmente son cenizas como cualquier humo, solo puede resultar incómodo, pero era parte del caos y el desconocimiento de las personas”.
Casados Martínez precisó que aunque la industria funeraria vive de las muertes, “no deja de dolernos esta situación, nosotros también llevamos un riesgo muy grande, por eso no dejamos de recomendarle a las personas que se cuiden”.
Lamentó que la ciudadanía salga a la calle sin respetar las medidas sanitarias básicas; restaurantes, bares y centros de entretenimiento están abarrotados y sin sana distancia, “eso va a provocar un rebrote y probablemente venga hasta más fuerte. Considero que se va a dar en este mes de diciembre, y lo digo porque los hospitales ya se están llenando otra vez, las camas se están saturando de gente contagiada”.
Refirió que “tan solo en el hospital 'Dr. Rodolfo Torre Cantú' vamos por alrededor de 10 personas diarias que mueren por Covid-19, más los que contraten con otras funerarias”.
Los casos en su mayoría superan los 50 años de edad, pero advirtió que no es una enfermedad exclusiva de este sector vulnerable, sino que también han atendido muertes por este mal en jóvenes de 16, 17 y 24 años de edad.
De nueva cuenta depende de nosotros frenar el aumento de la curva de muertes por Covid-19 en la entidad, respetando las medidas de sana distancia, confinamiento social, uso de cubrebocas, lavado de manos y uso de alcohol gel, para evitar que sea en nuestros hogares o trabajos donde se registre otra víctima de este letal mal pandémico.