Segunda de Dos Partes
Frydda, es una niña de cristal, a los 10 años su cuerpo ha enfrentado 65 fracturas, sin embargo, estos accidentes no la han desalentado, la pequeña mantiene su mirada y esperanza fuerte en que llegará el día en que podrá caminar.
LA OSTEOGÉNESIS IMPERFECTA
La osteogénesis imperfecta es la enfermedad rara, que se le detectó al nacer a Frydda, se trata de un problema genético, su cuerpo no produce el colágeno necesario que requieren los huesos para fortalecer su estructura, por lo que se fracturan con facilidad, es por eso que a los niños que padece este extraño padecimiento se les llama “los niños de cristal”.
“En el vientre tuvo seis fracturas, los doctores consternados no sabían cómo atenderla, me pidieron un arnés de Pavlik, Dios me dio esa fortaleza para aprender conforme la marcha. Tenía que empezar a aprender cómo tratar a mi niña, yo no sabía lo que era osteogénesis imperfecta”, dijo a EL SOL DE TAMPICO, Francisca Ruiz León, mamá de Frydda.
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Su fragilidad era tal, que con tan sólo mover una pierna sufría una fractura debido a que su enfermedad es del tipo 3, el más agresivo, incluso se le advirtió que muchos pequeños apenas sobreviven un año de vida.
“Los decesos de estos niños son por paros respiratorios porque sus pulmones no alcanzan el suficiente aire y su corazón, si tienes muy apretado todo el corazón no puede bombear bien la sangre, no es por las fracturas”, detalló.
El camino de Frydda, sus papás y sus dos hermanos mayores no ha sido fácil, la niña nació en el Puerto de Veracruz y de ahí ha estado en hospitales de la Ciudad de México, Texas y la meta ahora, es llegar a Galveston.
PANDEMIA HA FRENADO EL AVANCE; NECESITAN VISAS
La pequeña inició un tratamiento casi experimental en Houston; donde niños con huesos de cristal reciben medicamentos que se hicieron para apoyar a los adultos mayores que tienen osteoporosis, el resultado en la niña fue tan grande que en las radiografías es posible observar sus huesos, algo que antes era imposible.
Pero la pequeña no ha logrado regresar a Estados Unidos debido a que sus visas se vencieron en marzo del año pasado y no hay citas disponibles debido al retraso por la pandemia.
“Esto es para que sus huesos se hagan más fuertes y Frydda pueda crecer, para que ella pueda someterse a cirugías porque el sueño de mi hija es caminar, es montar una bicicleta y obviamente, es el sueño que estamos persiguiendo”, dijo.
“Si no hubiera sido por la pandemia hubiéramos avanzado más, en los bingos, tuvimos que dejar de reunirnos”, apuntó.
Incluso, Frydda ya superó el Covid-19 con síntomas leves por lo que evitan salir aunque ella desea regresar a las clases presenciales a la primaria Eliseo Zamudio López en el norte de Tampico, como anteriormente lo hacía.
“Frida quiere estar en la escuela, se quiere superar, 'Mamá yo me quiero superar, quiero ser alguien en la vida... yo lo sé, mamacita' pero está la pandemia y ella ha tenido tres veces bronconeumonía y sus pulmones son muy pequeños”, apuntó.
FRYDDA ES FORTALEZA
Lo único que tiene frágil son sus huesos, porque su corazón y su mente son de una niña mayor a 10 años, expresó Francisca, quien agradece todos los días la existencia de su hija, la consentida de la casa, quien rigurosamente, con sus raíces panuquenses todos los domingos desayuna zacahuil.
“Estoy muy agradecida con Dios, es el que le da respiración a mis hijos y a toda mi familia, después con toda la gente y con la vida, porque la vida es bien hermosa nadamás que hay que saberla vivir, porque nadamás hay una”, expresó.
La niña incluso ha propuesto, valientemente, que le amputen las piernas para que pueda caminar mediante la colocación de prótesis.
“Ella dice que es una niña feliz, ella ya está pensando en otras opciones, ella se imagina... ella está pensando en cómo le va a hacer para bailar su vals de XV años, siempre dice 'mis huesitos son frágiles pero mi corazón late fuerte como el tuyo y le digo 'así es, mi amor'”, dijo.
EL DINERO DE LA GUERRA LO NECESITAN LOS NIÑOS
Ahora que el mundo se encuentra agitado ante la guerra entre Ucrania y Rusia, la mamá de Frydda reflexiona sobre lo equivocadas que pueden estar las prioridades de las naciones en guerra.
“La gente que tiene dinero peleándose por los países, yo quisiera que nos dieran un poco de eso para que Frydda estuviera de pie, como quisiera yo que se desprendieron de un poquito de eso para que Frydaa pudiera caminar, sólo eso”, remarcó.
La señora Francisca, quien podría hablar horas de su pequeña, agradeció a la fundación Corazones Siempre Unidos el apoyo brindado.
“Nos han apoyado al 100, el pediasure que Frydda toma nos los proporcionan gracias a esas personas que proveen todos esos insumos a la asociación, los pañales, gracias a Dios y a ellos por la despensa”, añadió.
Relató que de su niña ha aprendido sobre el agradecimiento, ya que ella le agradece por cada ocasión que la baña, que la mueve e incluso cuando le cambia el pañal.
“Es un ejemplo de vida porque a veces me quiebro, pero ella me dice 'no llores, yo soy la que no camino, yo soy la que tengo la fractura', ella me da lecciones de vida, a ella le preguntas ¿Cómo amaneciste? y aunque tenga dolores te dice 'súper bien'”, finalizó la mamá de la niña más fuerte.