TAMPICO, Tams., Abril 13 (OEM-Informex).- Todos, absolutamente todos, somos cuentacuentos de historias que resuenen el mundo en que vivimos, donde cada individuo importa y genera una diferencia todos los días.
Así abrió Florian Schultz su ponencia en EnerTam 2018 donde se dijo “emocionado de contar mi historia sobre las exploraciones en el Ártico, en estos lugares tan remotos”.
Las placas que mostró plasmaron el mundo mágico de hielo y luna, sol y blanco profundo, de auroras boreales y osos polares, en esos confines de la tierra donde pareciera que cielo y tierra se devoran uno a otro.
La travesía se desarrolló a temperaturas de hasta -50 grados centígrados, en trineo o caminando sobre el hielo crocante, todo para mostrar al mundo, y en esta ocasión a los tamaulipecos, ese mundo que se cree inerte, perdido.
Groenlandia y Alaska fue tras las huellas de los animales que apenas aparece el sol dan rastro de vida, la cual permanece en riesgo por el cada vez más reducido círculo helado.
Mostró los bueyes almizcleros y el choque de sus cuernos en las peleas; los osos polares, que aunque existen unos 20 mil en el Ártico encontrar uno en un panorama blanco es un reto; así como la convivencia de enternecedoras focas.
Su trabajo ha ilustrado las portadas de revistas como National Geographic y Wildlife, pero sin duda la emoción y expresiones despertadas en el joven auditorio del Centro de Convenciones de Tampico estremecía al ponente.
“La temperatura se incrementa al doble en el Ártico en comparación con otro lugar del mundo”, alertó Shultz, quien dijo que “se está perdiendo el hielo más antiguo del mundo”.
Desde el foro EnerTam 2018 convocó a impulsar la generación de energías limpias y dejar la dependencia de petróleo “porque este problema -el calentamiento global- es real, es una cuestión importante y hay que atacarla”.
Con las imágenes tomadas en uno de los pocos lugares inmaculados del mundo, Florian Schultz llamó a la conciencia de los jóvenes mexicanos y tamaulipecos que atentos seguían la disertación multimedia perfectamente sonorizada, donde los clicks y sonidos del obturador de la cámara Nikon de Florian hacían sentirse junto a él en esa zona inhóspita.
“Parte de mi vida la paso en México y es uno de los más biodiversos del mundo y hay que ver lo que podemos proteger, espero que no transicionemos para que cada esquina del planeta la destruyamos”, remató el cineasta y fotógrafo internacional desde el puerto de Tampico.