El comercio informal de antojitos mexicanos, mariscos, carnes y ahora cenas para la Navidad y Fin de Año se multiplicó a través de las redes sociales y la vía pública, consecuencia del desempleo y el sentido de supervivencia de las familias, pero empeorando la competencia desleal para restauranteros, que apenas subsisten.
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La Asociación de Empresarios de Restaurantes y Alimentos Condimentados estimó que tras la pandemia más de 1,500 vendedores de alimentos se incorporaron a la informalidad en Tampico y Madero, sin control sanitario, aunque con precios más bajos que los establecimientos que pagan impuestos y tienen empleados.
Reyes González del Ángel presidente de ese organismo dijo la venta de comida y muchos otros productos se convirtió en la alternativa de ingresos esencial para la sobre vivencia económica de las familias, pero empeorando la catástrofe económica para los restaurantes formales, que permanecen bajo una amenaza constante de quiebra.
La temporada navideña, ha saturado las páginas de Facebook y otras plataformas digitales de comunicación de ofertas de cenas para la celebración de las fiestas decembrinas, con precios inferiores a los de los negocios establecimientos, pero sin regulación sanitaria de ninguna especie, comentó.
En Tamaulipas, de los casi 142 mil establecimientos censados por INEGI, el 53.7% trabaja en la informalidad, factor que la emergencia de salud y la creciente perdida de fuentes de empleo sitúa a el alza, por la urgencia de ingresos de las familias para atender sus necesidades básicas de sobre vivencia.