El Domingo de Ramos se vive con gran alegría entre la comunidad católica, por lo que miles de creyentes asisten a la Catedral y a los 67 templos de la Diócesis de Tampico, donde se reúnen con palmas, laurel y manzanilla rememorando la llegada de Jesus a Jerusalén
En este Domingo de Ramos se inicia la Semana Santa, y como en todo el mundo, se revive el acto especial de la Pasión de Cristo antes de llegar a la cruz del calvario, lugar donde entregó su vida por amor a sus hijos a fin de que sus pecados fueran perdonados.
Los festejos comenzaron a las siete de la mañana con la misa del obispo de Tampico, Jose Luis Dibildox Martinez, quien convocó a las familias a vivir esta Semana Santa con fe y recordar que Cristo murió gritando su amor por cada uno de nosotros, por jóvenes y mayores, santos y pecadores; amor a los de su tiempo y a los de nuestro tiempo.
El pueblo católico festeja cada Domingo de Ramos no sólo la entrada triunfal de Cristo, sino que el inicio del camino hacia la cruz del redentor del mundo.
De acuerdo a la Iglesia Católica, el pueblo de Jerusalén bate palmas para recibir al Salvador del mundo como Señor y Rey de todo lo creado. Esta tradición se vive de manera simultánea en las distintas parroquias del país.
En recuerdo a Jesús, monseñor Elías Gómez Martínez camino acompañado de un grupo de sacerdotes y feligreses de camino desde el quiosco de la Plaza de Armas hasta el altar mayor, donde lo esperaba el obispo porteño, levemente recuperado de su salud.
En las afueras de la Catedral de Tampico se vive una romería y se cuentan por decenas los vendedores de palmas, flores e imagenes religiosas que intentan mejorar su economía, aprovechando este domingo, que a lo largo del día congrega a miles de católicos.