El 1 de noviembre se conmemora el Día de Todos los Santos, que recuerda a los niños o bebés que han fallecido; Roberto, Christian y Ángel, infantes de las familias Salazar Martínez y Álvarez Martínez, que llevan cuatro décadas visitando el cementerio municipal de Tampico.
“Todos los años solemos venir los dos días, cuando se puede, somos familia -Salazar y Álvarez-, aquí nos juntamos y nos quedamos de ver, todos somos de Tampico, llevamos más de 40 años”, señaló el señor Pedro Álvarez en entrevista con EL SOL DE TAMPICO.
“Mi abuelita fue la que nos inculcó esto de años, ella está enterrada aquí, siempre veníamos aquí, estos árboles ya los conozco desde que era chavito, seis o siete años tenía, venía con mis hermanos y continuamos la tradición, los que podemos venir”, amplió.
Entre sus difuntos, están los niños, quienes se fueron de este plano tras pocos días de haber nacido, Roberto en enero de 1979; Ángel en julio de 1997 y Christian en julio de 2003.
“Todos los años venimos a limpiar -las tumbas- y ponemos dulces, globos, prendas y juguetes; la vez pasada les pusimos un ‘Chimuelo’ de ‘Cómo Entrenar a Tu Dragón”, explicó la familia Salazar.
Las ofrendas suelen ser hurtadas
Los familiares señalaron que ya no llevan tantos objetos a manera de ofrenda porque estos son robados.
“La capilla tenía una puerta de aluminio además de una cruz de cedro, aparte de los juguetes, todo eso se lo han llevado, por eso cada año traemos nuevas cruces, velas, todo nuevo, hoy cuando llegamos estaba vacío” destacó la familia Salazar.
Los Álvarez coincidieron de no llevar sus objetos al cementerio, pues cuando los dejan, al día siguiente ya no se encuentran en su lugar.
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“Ya para el juguete o los dulces mejor los colocamos en el altar de la casa porque aquí tienen la costumbre de llevárselos, que son para compartir, pero acá no duran ni un día” puntualizaron.
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Los Salazar Martínez y Álvarez Martínez siguen la tradición que les inculcaron desde hace más de cuatro décadas y no se olvidan de recordar a sus niños difuntos Roberto, Christian y Angel que están descansando en el cementerio de Tampico.
Con información de Adolfo Ruiz