La descomposición ambiental que afronta la Laguna del Carpintero, empeorada por el abandono oficial y ausencia de proyectos de rescate, es causa de la desaparición de decenas de aves, peces y tortugas y que en otras épocas poblaban en abundancia la zona lacustre, situada casi en el corazón de esta ciudad.
Son pelícanos blanco, café, garzas blancas, ranas verdes, ranas leopardo, sapos, galápagos, así como especies pesqueras como róbalo, lebrancha y lisa, la fauna que prácticamente dejó de existir en el lugar, consecuencia de la contaminación acelerada por descargas de aguas negras y basura urbana, pero también por la sobre población de lagartos, que se convirtió en el principal depredador de la laguna, advirtió el ambientalista Sergio Gracia Sandoval.
El presidente del Consejo Ciudadano del Agua del Estuario del Río Pánuco, dijo que el último estudio ecológico fue realizada hace casi 20 años, pero lo que es peor en décadas no ha sido objeto de programas de saneamiento, que hoy son urgentes ante el desarrollo de distintos proyectos turísticos, comerciales y habitacionales que avanzan en terrenos ganados a la laguna, pero también en la periferia.
Con un población importante de mamíferos, ardillas, mapaches, conejos, tlacuaches y hasta zorrillos, que se alimentan y guarecen en las zonas arboladas, la zona lagunar requiere estrategias de rescate que comiencen con el cierre de las veintena de descargas directas de la red de drenaje y de programas de restauración.
Consideró paradójico que en sus predios haya en puerta la construcción de parques recreativos e infraestructura ferial, cuando existe un pasivo ambiental, que prohíbe la pesca deportiva y resulta peligroso para deportes como la natación, por la insanidad acumulada por muchos años.
Otra acción prioritaria, mencionó, es la ubicación de cocodrilos que en los último años sobrepoblaron la zona de pantanos, los cuales depredan las especies sobrevivientes, debido al aplazamiento del plan de traslado hacia Casa Naturaleza, en la orilla del río Tamesí, donde hay espacios y condiciones ambientales suficientes para controlar la población de lagartos.