Seis mujeres que purgan penas por diversos delitos en el penal de Altamira dejaron este viernes 26 de noviembre atrás los barrotes y las celdas para cumplir con un llamado médico, tenían una cita con el mastógrafo.
En medio de un fuerte dispositivo de seguridad dispuesto por la Policía Estatal de Tamaulipas las mujeres fueron trasladas desde las instalaciones del Centro de Ejecución de Sanciones Altamira (Cedes) hasta la clínica Unidad de Especialidad Médica para la Detección y Diagnostico de Cáncer Mamá, (Uneme Dedicam) Tampico.
EL MASTÓGRAFO LAS ESPERABA
Fue poco después de las 9:00 horas del viernes 26 de noviembre que el convoy arribó a las instalaciones ubicadas en la Avenida Las Torres de Tampico, donde ya las aguardaba el mastógrafo.
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Las mujeres fueron descendiendo de la patrulla una a una, todas ellas esposadas y portando chaleco antibalas.
En fila india y en todo momento custodiadas por más de una decena de custodios, entre ellos dos mujeres, las condujeron al interior de la clínica, donde causaron el asombro de otras pacientes; madres de familia, estudiantes, jóvenes, de la tercera edad, de diferentes edades y estrato social que aguardaban en la recepción, todas ellas diferentes, pero con el mismo objetivo, visitar al mastógrafo y detectar de manera oportuna el cáncer de mama.
"TODOS TENEMOS DERECHO A LA SALUD": ASÍ SE LLAMA LA CAMPAÑA
Está campaña titulada "Todos tenemos derecho a la salud", busca prevenir el cáncer de mamá en las reclusas.
"El año pasado detectamos a una paciente con cáncer y esa paciente ya está en un control y afortunadamente eso es lo que podemos decir, que todas estas acciones tienen excelentes resultados porque hay una coordinación y una sinergia muy importante entre las instituciones", declaró a EL SOL DE TAMPICO, Diana Leticia Salazar Peña, directora de la Unidad de especialidad médica para la detección y diagnóstico de cáncer mamá, (Uneme Dedicam) Tampico.
"Todos tenemos derecho a los servicios de salud, no importa que estén privadas de la libertad, ellas no se quedan fuera", puntualizó.
Dijo que normalmente ellas acuden en el mes de octubre, mes de la lucha contra el cáncer de mama en coordinación con el Cedes de Altamira, cuyo personal médico determina quienes requieren de una mastografía.
"Debemos empezar por la autoexploración que debe de ser mensual y posteriormente, si llegaran a detectar alguna anomalía, que acudan a los centros de salud", apuntó.
Aclaró que una vez realizadas las mastografías una radióloga interpreta los estudios para definir si se requiere de más estudios como biopsias.
RECLUSAS DE ALTAMIRA COLABORAN PARA EXÁMENES DE SALUD
Una de las mujeres excarceladas destacó la importancia de que las mujeres se auto exploren.
" Está bien que nos den la oportunidad a nosotras que estamos privadas de nuestra libertad, en un estudio que se me hizo allá adentro y se me dió la oportunidad de que me trajeran a checar", afirmó.
"Es importante autoexplorarnos para ver las diferencias en nuestro cuerpo para notar los cambios y comunicarlo con las personas debidas", añadió.
PENAL DE TAMAULIPAS ES EJEMPLO NACIONAL
El penal de Altamira fue el primero en Tamaulipas en realizar la excarcelación de mujeres, sin importar el delito cometido para ser atendidas de manera oportuna, actividad que se ha replicado en otras partes de la entidad y el país.
No por el hecho de estar ingresadas se les va a negar la atención, también tienen derecho a la salud y atención en general", informó Fernández Cruz, enfermera del Cedes Altamira.
Añadió que al interior de la penitenciaría constantemente a las reclusas se les ofrecen pláticas que tienen que ver con la cultura de la concientización y prevención.
"Es un trabajo en conjunto, la Secretaría de Salud del estado a través de la Jurisdicción Sanitaria número dos y doce, Uneme Dedicam Tampico con el Centro de Ejecución de Sanciones Altamira", afirmó Ninive García Blanco, responsable del programa de cáncer en la jurisdicción Sanitaria número 12 de Altamira.
Al final de la revisión médica, personal de esta jurisdicción ofreció a las prisioneras unos bocadillos, para posteriormente regresarlas a su hogar, el penal de Altamira.