El miércoles 20 de marzo un joven estudiante arribó a las instalaciones de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) a caballo. El gesto buscaba atraer la atención de la ciudadanía al tema de protección y bienestar animal de caballos, yeguas y burros, empleados como animales de carga. Te contamos los detalles.
Abraham Martínez Salas estudia la licenciatura en derecho en la UAT, oriundo de ciudad Altamira, su primera mascota fue una yegua blanca y desde ahí entendió la conexión emocional que se da entre especies. "Los caballos son seres vivos que nos apoyan en una actividad económica. Podemos usarlos como herramientas de carga, sí, pero cuidándolos, procurándoles calidad de vida", declaró para EL SOL DE TAMPICO.
Condiciones óptimas de cuidado
"Los animales de carga, caballos, yeguas y burros, necesitan ciertas condiciones para tener una buena calidad de vida. Una buena alimentación diaria y constante (comen pasto y paja). Recibir las vacunas básicas, estar bien hidratados y tener establecido un horario de trabajo. También si así se desea, se les puede dar melaza y vitaminas", expresó Martínez.
"Todos estos requisitos son necesarios por el desgaste físico que implica el trabajo de carga. Cuando se les emplea casi a diario, los caballos precisan una revisión médica mensual sino es que quincenalmente. Por ejemplo, hay que asegurarse de manera periódica del buen estado de las herraduras”.
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Al preguntarle sobre la importancia del resguardo que se pone en las caballerías, Martínez Salas explicó: "Hay herraduras especiales para pavimento, las cuales no se resbalan y no lastiman la pezuña de los animales. En tiempo de humedad una herradura en malas condiciones puede generar la aparición de hongo, lo cual incluso provoca que el animal pierda la extremidad".
¿Cuál es la esperanza de vida de los animales de carga?
La mayoría de las personas que han tenido una mascota bajo su cuidado saben que la relación entre especies conlleva una serie de compromisos a nivel emocional y financiero. Al hablar con Martínez Salas sobre cómo propiciar un buen estilo de vida para los animales de carga, el entrevistado ahondó sobre el tema:
"De los cinco a los seis años de edad es la etapa de desarrollo. De los 6 a los 10 años es la vida productiva, cuando pueden ser usados para el trabajo humano. Esto se puede extender, en buenas condiciones, quizás hasta los 15 años. De ahí hasta los 20 es mejor que lleven una vida tranquila, retirados de todo esfuerzo físico de alta intensidad", indicó Martínez Salas.
Agenda para la protección de animales de carga
Con el objetivo de propiciar un interés comunitario por el bienestar de los animales de carga, Martínez Salas ideó una "Agenda Animalista" de 9 puntos. La cual abarca temas de cuidado, protección, rescate y atención médica como inspecciones de hábitat, emisiones de permisos de circulación y regulación de horarios de trabajo de caballos, yeguas y burros.
El primer punto de la Agenda insta a la creación de un padrón de la población que basa su economía en el uso de animales de carga.
"Esto serviría, por ejemplo, porque si en un momento los dueños del animal aceptan que ya no pueden mantenerlo. Este puede ser reubicado a un nuevo entorno seguro. Incluso se puede hacer una alianza entre particulares y refugios para el rescate", comentó Martínez Salas.
"Cuidar a un caballo es cuidar a un amigo, son tus amigos. Hay que aprender a conocerlos. Por ejemplo, hay que saber cuándo y cómo darles agua. Una vez que han estado en movimiento, se tiene que esperar de una a dos horas a que "se enfríen" en la sombra antes de ofrecerles de beber. De lo contrario, les puede hacer daño", concluyó el entrevistado.
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Hace unos días en la zona conurbada de Tampico, Abraham Martínez llegó a la UAT montado a caballo, detrás del gesto está la intención de promover la protección de los animales de carga. Como lo mencionó Salas para esta casa editora: "pueden ser empleados como herramientas de trabajo, pero antes son seres vivos".