Investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) exploran nuevas alternativas sustentables para el control de la mosca de la fruta, una de las plagas más importantes y devastadoras de la región.

El investigador del Instituto de Ecología Aplicada (IEA) de la UAT, Dr. Venancio Vanoye Eligio, explicó el desarrollo de estudios de control biológico que se están realizando en la zona sur de la entidad, específicamente en plantíos de mango.

“Se trata de estudios sobre la mosca de la fruta, que es una de las plagas más importantes en la citricultura y en la producción de mango”, destacó.

Indicó que en el caso de los cultivos de mango en la región, se trabaja en la región sur del estado, en los municipios de Xicoténcatl, Gómez Farías y Ocampo, en la búsqueda de alternativas biológicas para el control de esta plaga.

“Estamos manejando diferentes líneas de investigación, entre ellas, la de ecología y manejo integrado de plagas, es una labor de importancia regional donde se contemplan aspectos importantes de la agricultura en el estado y el noreste de México”.

Refirió que en Gómez Farías, sobre todo en lo que comprende a la Reserva de la Biosfera el Cielo que cubre una gran parte de su territorio, se están estudiando los beneficios de la biodiversidad y cómo ayuda al control natural de plagas.

“En este caso de la mosca de la fruta, que puede ocasionar pérdidas de hasta el 80% o hasta la totalidad de la producción”, apuntó.

Subrayó que la mosca del mango (Anastrepha obliqua), es una de las plagas de importancia cuarentenaria en Tamaulipas, “esto quiere decir que la movilización del mango hacia otras regiones está obligada a tener cierto grado de infestaciones, que deben ser nulas para poder transportar la fruta y esto limita al productor en la comercialización del producto”.

Destacó la importancia que representa la Reserva de la Biosfera en estos estudios, por sus aportaciones al sector agrícola, ya que al ser áreas de conservación de los recursos naturales existe mucha interacción con las áreas agrícolas.

“Tal como pasa con los plantíos de mango en el área de Gómez Farías, este tipo de interacciones desembocan en un control natural de plagas, hay organismos que se encuentran refugiados en las áreas protegidas que tienen un impacto sobre el control de plagas”.

“En este caso les llamamos parasitoides, en específico estamos investigando el grado de parasitismo que existe en esta plaga, y el beneficio que pudiera dar al sector productivo, y a partir de ese conocimiento poder elaborar estrategias o medidas que puedan beneficiar al productor”, puntualizó.

Detalló que este tipo de actividades están tratando de llevarse a nivel de convenio con autoridades y organizaciones, mediante la cual se transferirá todo ese conocimiento.

“En la parte de vinculación hay una importante colaboración con áreas como el Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Tamaulipas, con la que se prevén convenios que tengan un impacto a problemáticas específicas; la Secretaria de Desarrollo Rural también está participando con nosotros y empujando este tipo de actividades”, comentó.

“Se trata de transferir el conocimiento generado en las investigaciones, tanto al comité como al productor, y beneficiar al sector social que es una de las tareas del IEA de la UAT, como una parte básica para fomentar la investigación en diversas áreas”, concluyó.