El resurgimiento del Ficetam, que tiene ocho años sin operar, debe estar acompañado de la designación de un funcionario municipal que tenga la encomienda de mantener calles y banquetas del primer cuadro libres de ambulantes, pedigüeños y basura las quince manzanas que componen el primer cuadro.
Homero Laddaga Zozaya, exdirector del Fideicomiso Centro Histórico de Tampico y expresidente de Canaco, expresó que es buena la intención de la nueva autoridad municipal de revivir ese organismo, pero se requiere aplicar un nuevo reglamento municipal y reordenar anuncios, ordenar el retiro de cables en desuso de electricidad y telefonía, optimizar el alumbrado y limpieza pública y dar otra cara al centro con la recuperación de inmuebles añosos.
Los resultados del Ficetam durante los diez años de su operación están a la vista con la rehabilitación de espacios públicos, tareas conjuntas para el mejoramiento de fachadas con propietarios de edificios, entre otros que cambiaron el rostro del primer cuadro.
Explicó que durante el periodo de vida de ese Fideicomiso, el organismo funcionó con aportaciones similares de recursos de los gobiernos municipal y estatal y actualmente solo opera como una vía para la construcción de los mercados porteños, sin que tenga ninguna otra función, pues incluso se desconoce dónde quedaron sus archivos, comentó.
La propuesta para reorganizarlo es la recontratación de especialistas en conservación del patrimonio para impulsar el rescate de edificios, además priorizar la apertura de una subdirección municipal con voz y mando para la ejecución trabajos de limpieza, alumbrado público, reparación de fugas de aguas negras, retitro de obstáculos y reconstrucción de banquetas, además de evitar la invasión de ambulantes y pedigüeños, así como de mercancías de los propios comercios formales.
Incluso, explicó, existe el plan parcial de ordenamiento urbano del centro histórico elaborado por especialistas brasileños que hacen ver las debilidades del primer y segundo cuadro, pero también de sus fortalezas, y propone una serie de ordenamientos para darle un plus a esa periferia de la ciudad, la más importante en materia turística y comercial de la zona huasteca.