Esperan justicia miles de víctimas de delito común en Tamaulipas

Antonio Sosa

  · viernes 24 de marzo de 2017

Con poco personal trabajan los Juzgados.

Robos, lesiones, amenazas e incluso casos de homicidio queforman parte del antiguo proceso de justicia, siguen en espera deresolución en los debilitados juzgados penales de Tamaulipas,donde el personal escasea y el trabajo abunda en millones defojas.

Nueve meses han pasado desde que entró en operación el nuevosistema de justicia penal en Tamaulipas, que se caracterizaba porla oralidad en los procesos, y a la fecha son miles los expedientesdel antiguo esquema de trabajo que siguen inconclusos.

La desaparición de las agencias del Ministerio Público yjuzgados del antiguo sistema, originaron que la totalidad deexpedientes, con millones de fojas por leer, fueran asignadas a unreducido grupo de empleados lo que genera una excesiva carga detrabajo y el malestar de los litigantes que ven retrasados sustrámites y con ello el enojo de sus clientes.

“Hay mucho rezago actualmente, ya que lejos de contratar nuevopersonal para el sistema que se puso en marcha lo pasaron delantiguo a éste, lo que generó que los expedientes que estaban enproceso se estancaran”, dijo la presidenta del Frente Derecho,Justicia y Libertad, la abogada Nury Romero.

[caption id="attachment_591020" align="alignnone" width="615"]Erasmo Rubén Rubio Garza, juez primero en CiudadMadero.[/caption]

Por ejemplo, en Ciudad Madero operaban cinco agencias delMinisterio Público y fueron desaparecidas cuatro, congregando losprocesos sólo en una fiscalía, mientras que a nivel judicial, delos tres juzgados uno desapareció, quedando dos en operación.

“Están con el mínimo personal en esas áreas del sistematradicional y hay mucho rezago, no hay movilidad en los asuntos”,dijo la litigante que exigían se tomen medidas en el asunto porparte del Poder Judicial del Estado.

El tortuguismo repercute en el prestigio de los abogados, “yaque si no damos resultados a la ciudadanía, lo que piensan es quete vendiste o no haces tu trabajo, perdemos credibilidad ante laciudadanía, los clientes y confían en nosotros, pero el trabajono sale y no es porque no queramos, sino que damos mil vueltas adiario yendo a las instituciones”.

La situación se agrava si se toma en cuenta que son pocos, omuy pocos, los elementos de la Policía Investigadora, de losPeritos y Actuarios, quienes no se dan abasto para desarrollardiligencias.

[caption id="attachment_591021" align="alignnone" width="615"]Nury Romero, presidenta del Frente Derecho, Justicia yLibertad.[/caption]

“Hace falta gente en investigación, personal en laProduraduría y áreas jurisdiccionales”, dijo la activista,quien precisó que “de esta situación no podemos culpar a lostitulares porque de ellos no depende el personal que asignan a cadaagencia o juzgado, el Gobierno del Estado debe tomar cartas en elasunto y contratar personal para darles los medios”.


JUZGADOS TRADICIONALES, LASJORNADAS ENTRE EXPEDIENTES


Basta con ingresar a los dos juzgados penales con sede en CiudadMadero, para percibir el olor a papel y polvo que emanan lasdecenas de expedientes que yacen sobre los escritorios.

Las secretarias leen y escriben en las computadoras, sin quevean que su trabajo se refleje en la reducción de las montañas dehojas y letras que invaden el espacio. “En el juzgado donde estoyadscrito tenemos una carga de trabajo que se ha incrementado por ladisolución del Juzgado Tercero Penal, aquí nos enviaron la mitaddel trabajo”, dijo el Juez Primero, Erasmo Rubén RubioGarza.

Desde el año pasado el Poder Judicial del Estado ordenódesaparecer algunas oficinas, por lo que los expedientes quecontenían se repartieron entre los que seguían en operación.

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En el caso de Ciudad Madero se eliminó el Juzgado Tercero,pasando al primero los expedientes con números nones y al segundolos procesos con numeros pares.

De esta manera el trabajo aumentó en un 50%, por lo que aunqueno reciben nuevos casos de detenidos es complicado lograr avanzarleen la resolución de quienes esperan justicia. En el JuzgadoPrimero maderense se da trámite a 1,089 expedientes, de los cuales744 están considerados resueltos pero esperan análisis yresolución, mientras que otros 345 siguen en integración.

Estos son atendidos por el juez, que es auxiliado por unsecretario de acuerdos, dos secretarios relatores y cuatrooficiales judiciales


15 AÑOS DEVIDA


La forma de impartir justicia “a la antigüita” siguevigente, ya que se debe dar proceso a todos los expedientes que secomenzaron en ese esquema, esperando su desaparición por lo menosen 15 años.

“Este sistema no tan fácilmente se va a extinguir, deberánpasar de 10 a 15 años para que los juzgados tradicionalesdesaparezcan”, mencionó el impartidor de justicia RubioGarza.

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Tendría que darse la prescripción de delitos o solucionar latotalidad de los expedientes para que éstos cierren, lo que aúnse ve lejos.

En Tamaulipas aún operan por lo menos 17 juzgadostradicionales; ciudades como Madero, Victoria Matamoros, Reynosa yNuevo Laredo con dos del ramo penal; mientras que Miguel Alemán,Padilla, San Fernando, Valle Hermoso, González, Ciudad Mante yXicoténcatl un mixto que ve asuntos penales, civiles y familiares.En cada uno la cantidad de casos no baja de mil.


OLA DEAMPAROS


La lentitud en los procesos nuevos o la mala integración deexpedientes ha generado que los litigantes tengan que recurrir a laJusticia Federal, provocando una ola de amparos. “Tenemos querecurrir a la justicia federal porque el fuero común no hace sutrabajo”, dijo Nury Romero, quien expuso que los juzgados dedistrito han aumentado su carga de trabajo “por tantasirregularidades de algunas autoridades locales”.

Sólo la entrevistada ha interpuesto en ocho meses catorceamparos por irregularidades y tardanza en los juzgados.

“No quiero pensar que el nuevo sistema sea piloto y sólo seesté aprendiendo en base a errores”, dijo la abogada, quiendestacó que “hay deficiencias que generan problemas”.

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