280 pesos es el monto mínimo a pagar por las urnas ecológicas diseñadas para guardar las cenizas del fallecido.
La moda también se impone en las honras fúnebres y el uso de urnas biodegradables, como proceso tanatológico para convertir las cenizas del ser amado en arbusto, alimentar los peces en el mar, río o lagunas o que lo perpetuarán en una piedra preciosa va en aumento.
En la zona metropolitana de Tampico, la saturación de las necrópolis públicas y privadas desencadena una alta demanda de cremaciones, por cada 10 servicios funerarios 4 son de incineración y en 1% los deudos deciden por procedimientos verdes, que aparentemente facilita el desprendimiento emocional entre los familiares o amigos.
Aunque en esta localidad, solo existen fabricantes de urnas de mármol, cemento, piedra o madera, que van desde conglomerado hasta maderas preciosas, en tiendas en línea pueden comprarse contenedores de sal, arena, tierra o hasta de árbol, el cual en forma de maceta contiene las cenizas del familiar, tierra y una semilla en su interior.
Empresas con presencia en las ciudades más importantes del país, aseguran que con esta estrategia de mercadotecnia tienen puesta la mirada en el cuidado del medio ambiente y los mexicanos puedan escoger una alternativa ecológica para la práctica funeraria.
DE CENIZAS A DIAMANTE
La industria del diamante humano también se encuentra en plena expansión y en México empresas españolas ofrecen ese servicio, el cual recoge las cenizas y las traslada a sus laboratorios en Suiza donde son tratadas y los familiares del difunto pueden escoger entre joyas de distinto quilataje, aunque su valor solo es sentimental y no comercial.
El procedimiento, que puede costar desde 200 mil pesos, consiste en someter el polvo a centrifugado de alta presión, generando un cristal y se corta como si fuera una piedra preciosa.
TENDENCIA VERDE
Los procedimientos de incineración con destinos distintos a las criptas o cementerios tienen una mayor demanda entre la poblacion local y deudos de personajes famosos de la política, la música y la enseñanza hacen caso de los últimos deseos de sus difuntos depositando las cenizas, el mar o los ríos Pánuco o Tamesí.
Gerardo Martínez, de Funerales Ramírez, advirtió que el uso de urnas amigables con el medio ambiente crece a paso lento y contrario a los mensajes mercadotécnicos, solo tienen sentido romántico, pues las cenizas humanas son inocuas, no poseen nutrientes y consecuentemente no pueden alimentar una planta y en ocasiones tampoco permite cerrar ciclos y perduran el duelo.
En Tampico, Madero y Altamira existen 18 agencias de servicios fúnebres y son escasas las que ofrecen contenedores verdes, aunque quienes las adquieren lo hacen a través del comercio electrónico, señala María Martínez González, de la funeraria DIF Tampico.
OPORTUNIDAD DE NEGOCIOS
Para Arturo Márquez Palacios, de Maderera Góngora, ese es un gran nicho de mercado, en el que ya participa su empresa, con una demanda creciente de urnas de madera de todos los precios formas, colores y hasta con diseños con personajes o de cómics preferidos por el occiso.
Hay mucha versatilidad y los estilos de cajas que almacenarán las cenizas del ser querido, ya rompieron esquemas tradicionales, pasando de moda los colores en gris o negro, explicó.
Basta que la gente envíe sus diseño a través de redes sociales o por correo para obtener el contenedor que desea y agrega, si se quiere, un estilo amigable con el medio ambiente se utiliza madera aglomerada, para que al cabo 4 o 5 meses termine el proceso de descomposición.
Los precios de las urnas ecológicas diseñadas para guardar las cenizas del fallecido tras su cremación, pueden ir desde los 280 pesos.
La compañía, con más de 60 años de existencia en este puerto, innova en productos para atender las necesidades de los consumidores y ahora incursiona en este nicho de mercado incluido en las servicios fúnebres.