Irritabilidad, falta de tolerancia, síntomas de ansiedad, apatía, dificultades en la atención y de retención de información y hasta episodios maniacos son algunas señales de un trastorno del sueño.
Esta condición ha alcanzado en la actualidad hasta un 45% de la población, debido a gran medida al uso inadecuado de los dispositivos electrónicos o a altos niveles de estrés.
En el marco del Día Mundial del Sueño que se conmemora cada 13 de marzo, la Universidad Autónoma de México dio a conocer que en el país 1 de cada 3 personas padece algún tipo de trastorno del sueño, el 30% insomnio, mientras que el 20% los síndromes de sueño insuficiente y solamente un 4% tiene apnea hipopnea. De acuerdo al estudio, durante este año uno de cada tres mexicano va a tener insomnio de algún tipo y a lo largo de su vida hasta 2 de cada tres personas padecerán un episodio de insomnio, al ser el trastorno del sueño más común en el país.
Hay que saber, señala el director del hospital psiquiátrico de Tampico Alejandro Cruz Rosas, “que uno de los síntomas para detectar un padecimiento mental, es precisamente el trastorno del sueño, que puede ser el insomnio o bien la hipersomnia. Si hablamos de un problema de insomnio la persona puede empezar a cambiar sus conductas drásticamente”.
Indica que los trastornos del sueño pueden ser consecuencia de un cuadro depresivo o problema de ansiedad, que después puede derivar en el abuso de medicamentos, sustancias legales o ilegales, que pueden crear problemas médicos graves, por eso hay que estar atentos a estas situaciones, que muchas de las veces se dejan pasar.
“Si una persona tiene ya un problema de fondo, un problema psiquiátrico, pasa por una condición de ansiedad o una depresión, pues el insomnio va a ser más agresivo, pero esta falta de sueño es parte de muchas patologías y es preciso que si alguien está teniendo por un período de tiempo de más de 2 semanas un problema para dormir debe ver un doctor”, añade.
LA INTERNET Y EL MAL DORMIR
Pero también puede producirse “si tenemos malos hábitos, nos desvelamos, no hacemos ejercicios, si trabajamos, estamos viendo un dispositivo electrónico o ingerimos bebidas embriagantes después de las 7 de la noche, también vamos a tener mayor dificultad para poder conciliar el sueño o aunque durmamos no será un descanso reparador y va afectar en nuestro rendimiento”.
Expresa que precisamente los hábitos de sueño han cambiado drásticamente en las nuevas generaciones por diversos factores, entre ellos estar muy expuestos a estímulos visuales por medio de dispositivos electrónicos con las llamadas redes sociales durante horas de la noche, lo que influye directamente en la calidad del sueño, pudiendo tener consecuencias en sus conductas y relaciones sociales.
Actualmente se analiza la relación del uso durante la noche de los dispositivos como teléfonos móviles y tabletas, ya que pueden estar cambiando los ciclos de sueño-vigilia en las personas y con ello ocasionar una mala calidad del sueño que puede derivar en nuevos trastornos, con afectación principalmente en adolescentes.
El especialista Indica que para tener un sistema nervioso en buenas condiciones es necesario hacer un sueño fisiológico, porque de nada sirve dormir 8 ó 9 horas, si nos acostamos a las 3 de la mañana, pues el descanso ya no será reparador al estar fuera de los tiempos que el cuerpo necesita para recuperar sus energías.