#Especial | Lepra, un mal que no se acaba

Cada último domingo del mes de enero se conmemora el Día Mundial contra la Lepra establecido por la Organización Panamericana de la Salud en los años cincuenta a fin de promover la detección de este mal

Nudia Toscano | El Sol de Tampico

  · domingo 26 de enero de 2020

Gráfico: El Sol de Tampico

Al escuchar hablar de la Lepra nuestra mente se sitúa en tiempos antiquísimos, fue considerada una maldición de dioses, castigo del pecado o enfermedad hereditaria.

Era en 1873, hasta que el médico noruego Gerhard Hansen observó el bacilo de lepra bajo el microscopio y probó que la lepra era una enfermedad infecciosa y no una maldición.

Aunque en el año de 1981 se descubrió la cura contra este mal, siguen existiendo casos en la entidad, diversas partes de México y en más de cien países del mundo, por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) mantiene la lucha constante contra esta enfermedad considerada una infección crónica.

La titular de la Secretaría de Salud de Tamaulipas, Gloria Molina Gamboa, detalló que tan sólo en estos días de enero se han confirmado seis nuevos casos en las jurisdicciones sanitarias de Ciudad Victoria, Matamoros, Reynosa, Mante, Altamira y Valle Hermoso, que se suman a los 33 enfermos con los que cerró el año 2019, para dar un total, hasta el momento de 39 tamaulipecos con lepra.

Cada último domingo del mes de enero se conmemora el Día Mundial contra la Lepra establecido por la Organización Panamericana de la Salud en los años cincuenta a fin de promover la detección de este mal que al menos en Tamaulipas está en vías de dejar de ser considerado un problema de salud pública.

¿QUÉ ES LA LEPRA?

Se trata de una enfermedad crónica causada por un bacilo Mycobacterium Leprae, con un periodo de incubación de la enfermedad de cinco años, aun cuando los síntomas pueden llegar a aparecer de un año a veinte años después de contraída, afectando la piel, los nervios periféricos, la mucosa de las vías respiratorias, los ojos, causando lesiones progresivas y permanentes en la piel, los nervios, extremidades y ojos en caso de no ser atendida.

Esta se llega a contagiar a otra persona por gotículas nasales y orales, cuando la persona enferma no se encuentra en tratamiento.

Las discapacidad que puede llegar a ocasionar la lepra se divide en tres grados: cero, uno y dos, van desde la pérdida de la sensibilidad hasta la deformidad de las extremidades y lesión visual.

TRATAMIENTO DE CURA

El tratamiento de la lepra, que brinda la OMS a través de un acuerdo de donación con la empresa farmacéutica Novartis, se basa en la rifampicina y la clofazimina que fueron descubiertos en los años sesentas para en los ochentas pasar a ser parte de la TMM, Tratamiento Multimedicamentoso.

Estos, la rifampicina y clofazimina, se complementan con la dapsona, tres medicamentos que el enfermo tiene que tomar en un periodo de seis meses en casos de paucibacilares (cuando solamente una parte de la inmunidad celular es deficiente) y doce meses si se trata de un multibacilares (cuando la inmunidad celular es deficiente).

En una declaración dada por Molina Gamboa refirió que en los casos de Tamaulipas "actualmente se encuentran en tratamiento poliquimioterapia, 12 tomas supervisadas cada 28 días y 324 autoadministradas, además se les realiza baciloscopias de control cada seis meses, que consisten en la toma de una muestra de líquido linfático y toma de muestras de las lesiones".

Tan sólo en el año de 2017 se registraron 211 mil nueve casos en el mundo en 159 países, teniendo registro de 16 millones de pacientes con lepra, atendidos con tratamiento multimedicamentoso (TMM) que fue recomendado desde el año de 1981 por la Organización Mundial de la Salud.

2020 ¿SE LLEGARÁ AL FIN DE LA LEPRA?

La meta es concluir este año sin casos de lepra, por lo que desde el año de 2016 la OMS hizo el llamado a todo el mundo a atender la Estrategia Mundial contra la Lepra 2016 - 2020, que se estructuró en tres pilares: reforzas la implicación de los gobiernos, coordinación y alianzas; detener la lepra y su complicación y acabar con la discriminación al mismo tiempo que se fomentaba la inclusión de las personas con la enfermedad.

Este se convierte en un año decisivo en torno a la enfermedad que en México durante el año de 2017 se logró disminuir en un 97% pasando de 16 mil 694 casos a tan sólo 412 con tan sólo 140 casos nuevos por año en el país, lo que representa una tasa de incidencia del 0.113 por cada 10 mil habitantes, establece la Secretaría de Salud federal.

Si bien la meta es erradicar este mal, tal parece que hay todavía mucho que hacer en el camino, ya que en México además de Tamaulipas, estados como Jalisco, Guanajuato, Michoacán, Guerrero, Nuevo León, Coahuila, siguen registrando casos.