#Especial | Chak Pet, la aldea huasteca

Más de tres mil años de historia y una riqueza antropológica sin igual se conjuntan en la aldea huasteca Chak Pet, o Caparazón Roja, que se localiza en el municipio de Altamira

Miguel Ángel Díaz | El Sol de Tampico

  · miércoles 17 de junio de 2020

Cortesía | Ayuntamiento de Altamira

Más de tres mil años de historia y una riqueza antropológica sin igual se conjuntan en la aldea huasteca Chak Pet, o Caparazón Roja, que se localiza en el municipio de Altamira.

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Este espacio surgió gracias a la agrupación de productores de sal, quienes se establecieron en esta zona cercana al hoy Golfo de México para desarrollar esta labor.

Historiadores y antropólogos no sabían de la existencia de esta aldea que pese a datar de la época antes de Cristo, fue hasta el año 2002 cuando una compañía constructora al servicio de la Administración Portuaria Integral (API) encontraron piezas arqueológicas al abrir un camino al faro en terrenos expropiados a los ejidos Ricardo Flores Magón, Armenta, Francisco Medrano y Lomas del Real.

Esos fragmentos dieron lugar al más grande descubrimiento de los últimos tiempos en la región, considerada una enorme riqueza cultura mexicana que ubica a Altamira en las más altas esferas mundiales de la antropología.

“Las primeras investigaciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) refiere que este lugar fue el centro de producción salinera de México prehispánico, pues exportaba a otras entidades y culturas como Yucatán, Guerrero y la misma Ciudad Azteca, por lo que ahí se estableció una aldea huasteca cuyo nombre fue identificado como Chak Pet”, informó Francisco Castellanos Saucedo, cronista de Altamira.

El descubrimiento de Chak Pet fue fortuito, pero de inmediato dieron parte al personal del INAH quienes se abocaron a rescatar las diversas piezas y vigilar que se modificara el trazo de dicho camino.

Los vestigios se ubicaban en una loma y a menos de cinco kilómetros de Lomas del Real, uno de los ejidos más antiguos de este municipio y donde habitantes tenían conocimiento que en esa zona había vestigios arqueológicos, pero nadie puso la atención debida registrándose el saqueo de muchas piezas.

“Todo habitante del municipio de Altamira nos debemos de sentir orgullosos de las piezas arqueológica de la aldea Chak Pet, después de su descubrimiento hecho en el año 2002 dentro de los terrenos de API Altamira”, explicó la alcaldesa Alma Laura Amparán Cruz, quien durante sus dos administraciones municipales ha dado fuerte impulso y seguimiento al rescate de la identidad del pueblo de Altamira.

En el 2018, el INAH montó una primera exposición fotográfica y piezas arqueológicas en la presidencia municipal para que el pueblo altamirense observará su riqueza cultural | Miguel Ángel Díaz | El Sol de Tampico

DE ALTAMIRA A FRANCIA

La belleza de Chak Pet ha llamado la atención de investigadores a nivel mundial, al grado que piezas de esta aldea huasteca han llegado a Europa.

El delegado del INAH en Tamaulipas, arqueólogo Gustavo Alberto Ramírez Castilla, resaltó que las diferentes piezas arqueológicas se han expuesto en sitios como Francia, mediante la exposición “Vida Aldeana de la Huasteca”.

Se exhibió en Francia en el año 2016 y de ahí se difundieron las imágenes en un catálogo en el tema México – Precolombino, “que ha gustado mucho y desde luego el nombre de Altamira, Tamaulipas está en el ámbito internacional” dijo el entrevistado.

El INAH ha mantenido un informe detallado al Gobierno municipal en torno a las piezas arqueológicas localizadas en la zona de Chak Pet | Cortesía | Ayuntamiento de Altamira

HISTORIA DEL RESCATE DE CHAK PET

Los investigadores del INAH refieren que esta muestra tiene un gran valor cultural que todas las personas deberán conocer, narra la historia de los orígenes de la huasteca.

“Es una de las muestras más importantes, en esta investigación durante más de 10 años ha participado el arqueólogo Sixto Rodríguez Rosas quien ha encontrado que se trataba de una gran aldea con una antigüedad que se remonta desde el año 900 a.C., es decir 2 mil 900 años, con diferentes etapas de ocupación la de mayor auge fue en el 900 a.C., y terminó dicha actividad en el año 200 d.C., estamos hablando de más de mil 100 años de existencia, la población más antigua de origen prehispánico y huasteco que se tiene registro hasta ahora, en la zona sur de Tamaulipas”, explicó el cronista Castellanos.

Los arqueólogos que han participado en el descubrimiento de estas piezas “les ha dado visión más generalizada de cómo estaban organizados, como era su vida cotidiana, incluso por medio de los 400 entierros que se han descubierto, los padecimientos que enfrentó la población de aquella época”.

Entre los descubrimientos “podemos citar el de una mujer de 50 años que murió por enfermedad y se trata de alguien que no pertenecía a esa área y que seguramente se encontró aquí por la compra de sal, pero además nos encontramos con los restos de una deidad joven, que seguramente fue sacrificada”.

En las entrevistas que se han efectuado al delegado del INAH en Tamaulipas, el arqueólogo Gustavo Alberto Ramírez Castilla, ha señalado que “el resultado de las investigaciones revela que por la forma en que se alimentaban y la manera en que vivían, era un pueblo que se dedicaba a la explotación y exportación de sal, como se dedican actualmente, actividad que la emprendieron desde hace más de tres mil años, durante todo este tiempo se ha recopilado mucha información”.

En varios congresos internacionales se han mostrado los logros de estas investigaciones “se ha publicado en diversas revistas internacionales los materiales arqueológicos que se han descubierto y las piezas han sido captadas por la fotografía del compañero antropólogo Luis Martín Martínez”.

Cortesía | Ayuntamiento de Altamira

CHAK PET CAPARAZÓN ROJA

“Las piezas localizadas en ese sitio arqueológico hablan de la importancia que tuvo en aquella época la extracción de sal, ya que dicho condimento les permitía vivir de ello, por lo que fue un centro exportador a otras partes del territorio nacional. Por esa razón no se dedicaban a la pesca algo que no era muy redituable para sus habitantes”, agregó Francisco Castellanos.

El INAH decidió llamar a este descubrimiento Chak Pet, que significa en huasteco Caparazón Roja, debido a que entre los vestigios encontrados están restos de tortuga lora que llegaban a desfogar los huevos a las costas de Altamira, hoy Playa Tesoro, y que sin duda alguna sirvió tal vez de alimento o atractivo para los habitantes de aquella aldea huasteca.

Hasta ahora los avances logrados por arqueólogos y antropólogos en los trabajos de rescate ha permitido escarbar gran parte de esa aldea, recuperándose un poco más de 5 mil piezas arqueológicas y 532 esqueletos humanos, presumiéndose que se trata de habitantes de Chak Pet de entre los años 900 antes de Cristo y 200 después de Cristo. Pero Chak Pet no es el único sitio de cultura prehispánica que existe en este municipio, pues el equipo de arqueólogos y antropólogos han detectado 50 puntos en todo el territorio altamirense donde se tienen antecedentes históricos, prueba de ello es la escultura prehispánica de la Diosa de la Fertilidad Ixcuina, localizada en la zona serrana conocida como “Las Palmas”, al norte del municipio como a 30 kilómetros de Lomas del Real, que daremos cuenta en estas líneas en futuras entregas.

Cortesía | Ayuntamiento de Altamira

  • Su antigüedad que se remonta desde el año 900 a.C.
  • Etapa de ocupación la de mayor auge fue en el 900 a.C., al 200 d.C.
  • En 2002 se encontraron los primeros vestigios al construir un camino en la zona portuaria de Altamira
  • Hasta el año 2006 el INAH logró los convenios para trabajos de extracción que continúan
  • 532 esqueletos humanos se han recatado y un poco más de 5 mil piezas arqueológicas

"Todo habitante del municipio de Altamira nos debemos de sentir orgullosos de las piezas arqueológica de la aldea Chak Pet, después de su descubrimiento hecho en el año 2002 dentro de los terrenos de API Altamira”, Alma Laura Amparán Cruz, alcaldesa de Altamira.

En una loma que forma parte de la cordillera que inicia desde la parte sur de la API Altamira hasta el ejido Lomas del Real está el área arqueológica de Chak Pet | Cortesía | Ayuntamiento de Altamira