Maderense de nacimiento y con grandes conocimientos nacionales e internacionales en el tema petrolero y de la ciencias de la tierra es el ingeniero Antonio Hernández Patiño, quien ha puestos a disposición de México sus sapiencia en este rubro.
Su andar por la industria privada, cátedra y como funcionario público a nivel nacional, lo ha posicionado como una de las mentes más brillantes en el tema, con una experiencia tan basta como la disposición de abordar el complejo tema de la tierra y su industria petrolera.
P.- Cuéntenos un poco de su formación escolar.
AHP.- Yo estudié la primaria en la escuela “Mártires de la Revolución”, que estuvo en Tampico, después el nivel medio como técnico en Perforación de Pozos en el Tec. de Madero donde cursé también la ingeniería como Geólogo Petrolero.
El gusto por esta disciplina viene de familia ya que toda trabaja en refinación, algunos jubilados y otros activos, pero mi padre laboró en Refinería Madero, mis cuñados se jubilaron en Madero y Cadereyta, todos operativos, actualmente uno de mis sobrinos es operador de una planta.
P.- ¿Cómo comenzó sus labores en la industria?.
AHP.- Fue en 1983 que ingresé a Pemex, hasta 1999, dieciséis años estuve en el área operativa, estando en Tampico me tocó la suerte de participar en Caracterización de Yacimientos, estuve un año comisionado por Pemex en Houston, viendo la caracterización del Campo Tamaulipas.
Participé en la labor de perforación de pozos horizontales en Ebano y Pánuco, que son yacimientos naturalmente fracturados de aceite pesado, aplicando tecnología para maximizar la producción de esa área.
A la par, en 1982, comencé a dar clases de geología a Técnicos en Perforación en la carrera.
P.- Su incursión en el proyecto de la Cuenca de Burgos, ¿Cómo fue?.
AHP.- En 1999 me enviaron al Proyecto Integral de Cuenca de Burgos, con presupuesto para incrementar la producción de gas del país, cuando llegué estaba produciendo 900 millones en la Cuenca, con la gran inversión llegamos a 40 pozos exploratorios anuales en los 10 años, fueron un promedio de 400 pozos que 250 se desarrollaron.
El proyecto era bastante agresivo en la perforación, en los diez años perforamos alrededor de 5 mil pozos exploratorios y de desarrolló, se pasó de 900 a 1,500 millones de pies cúbicos de gas diarios y un buen volumen de condensado.
P.- ¿En la petroquímica también ha participado?
AHP.- Gracias a este aumento en la producción se desarrolló la planta petroquímica fuera de Reynosa, la que estaba era obsoleta e insuficiente, construyéndose en el kilómetro 19 la Planta Petroquímica con PEP -Pemex Exploración y Producción- en conjunción para entregar producto a la petroquímica.
P.- ¿De qué manera ha colaborado en aguas profundas?
AHP.- Estuve hasta 2009 en el Proyecto Integral Cuenca de Burgos, en ese año me envía Pemex a coordinar las operaciones en el norte de México para aguas profundas, en el área del Cinturón Plegado Perdido -integrado por las áreas de minicuencas, cinturón subsalino, el cinturón plegado perdido y cinturón plegado perdido profundo-.
P.- ¿Colaboró en descubrimiento de campos?.
AHP.- En el plegado perdido descubrimos los primeros campos, que fue “Trion I” -considerado el primer pozo mexicano en aguas profundas- que actualmente hay una alianza con una compañía australiana y se esta delimitando en aguas profundas con inversión australiana.
P.- ¿Cuándo es que llegó a la Comisión Nacional de Hidrocarburos y la Agencia de Seguridad?.
AHP.- Para el año 2015 me jubilo en Pemex y me invita la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) a participar como director general de gestión en cuestión de Seguridad Industrial y Medio Ambiente.
La ASEA comenzó operaciones en marzo del 2015 y yo en junio estaba como director general de gestión para aguas profundas y me tocó armar la estructura de aguas profundas y por cuestión de presupuesto coordinamos las acciones offshore en aguas profundas y someras.
P.- Que opina del fracking?
AHP.- El expertos y donde nos iniciamos es que en la Cueca de Burgos el 90% de pozos y yacimientos que encontrábamos se tenían que hacer con fracturas hidráulicas y tuvimos una curva de aprendizaje para fracturar con CO2, agua, diferentes componentes y sustentantes que es la arena que se pone a fractura para que no se cierren, evitar asentamientos y se tenga buena producción.
Con esta experiencia vimos la posibilidad de perforar pozos con la tecnología de fracking, un pozo que aplica esta usa un promedio de 15 mil millones de litros de agua, es un volumen grande para hacer 10 fracturas en un pozo, además que está muy controvertida la tecnología por malas prácticas al inicio donde había malas cimentaciones, se hacen desarrollo de pozos horizontales y se fracturaban y contaminaban acuíferos, eso vemos en la publicidad donde sale el gas a la superficie.
Lógicamente que con el conocimiento que tenemos y la experiencia y las visitas a los campos americanos que tenían las buenas prácticas, con las presas confinadas que no contaminarán el medio ambiente, el agua de disposición controlada, acueductos y plantas de tratamiento.
Antonio Hernández Patiño considera que entre el 30 al 40% de los aditivos hoy utilizados en las prácticas del fraking son biodegradables y los que no se confinan en presas, se tratan en plantas y se manejan como residuos peligrosos.
El experto y formador de nuevas generaciones de geólogos petroleros en el Instituto Tecnológico de Ciudad Madero y la Universidad del Noreste, considera que el sostenible y amable desarrollo de la industria con el medio ambiente depende de nosotros y de la correcta utilización de las tecnologías en extraer sus mayores provechos pero sin impactar a la ecología.