Las actividades lectivas de las escuelas primarias “Leona Vicario”, turno matutino, y “Juan Escutia” del vespertino, ubicadas en la colonia Monte Alto de Altamira, tuvieron que ser suspendidas al detectarse por lo menos ocho casos de dengue entre los alumnos.
Ante el temor de que la enfermedad se disemine en la población escolar de 750 alumnos, los padres determinaron emprender labores de fumigación sufragadas por ellos mismos, para lo que se tuvo que cerrar el plantel el día de ayer y no impartir clases.
Sandra Fabiola Hidalgo Hernández y Perla Míriam Rodríguez Ramírez, presidentas de la Sociedad de Padres de Familia en cada turno, expusieron que determinaron esta medida ante el temor de nuevos casos entre la población infantil.
“Son alrededor de ocho niños que tienen dengue clásico y fue necesario suspender clases este viernes pues la dirección nos dijo que era necesario llevar a cabo un intenso programa de fumigación, chapoleo y descacharrización al interior del plantel”, dijo Hidalgo Hernández.
Siete mil pesos costaron estas acciones de nebulización, “lo tuvimos que hacer la Sociedad de Padres de Familia de las dos escuelas, pues jamás vimos que personal de la Secretaría de Salud acudiera a tomar cartas en el asunto, especialmente cuando ya tenemos varios niños enfermos de dengue”.
La preocupación de los paterfamilias es evidente, máxime por las lluvias que se registran en la región desde hace varios días y las elevadas temperaturas que aumentan las probabilidades de que el mosco siga reproduciéndose.
Son 750 estudiantes los que albergan ambas escuelas en un mismo edificio, mismo que se localiza entre las calles Pino, Las Flores, Lirio y Jazmín del citado sector, a una cuadra de la avenida de la Industria en la colonia Monte Alto.
En los alrededores de este lugar hay una gran cantidad de unidades motrices y casas abandonadas que se convierten en criaderos del mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue.