La declaratoria de Patrimonio Cultural e Histórico en tresplanteles escolares impide que, a pesar del daño que tienen desdehace años, se lleven a cabo trabajos de remediación y mejora enellos, exponiendo la integridad del lugar y la seguridad de losmenores.
Este estatus fue decretado por el Instituto Nacional deAntropología e Historia en los planteles “Juana de Asbaje”,“Ignacio Altamirano” y “Gabino Barreda”, todos ellosprácticamente en la zona centro de la ciudad.
El integrante del magisterio Rogelio Pérez Lara señaló quelas peticiones de mejora de los padres de familia tienen más deseis años, explicando que para hacer trabajos relacionados con laestructura de estos planteles se requiere de un permiso especial ysupervisión directa del INAH, y en caso de incumplirlos seincurriría en delitos federales.
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En conjunto estas escuelas albergan a una población de pocomás de ochocientos menores de edad que toman sus clases entreinstalaciones añejas que datan desde principios del siglo pasado,y que requieren de trabajos de reparación para evitar riesgosmayores.
“Estamos hablando de escuelas que datan de setenta u ochentaaños de antigüedad y que requieren mejoras profundas, pero comose trata de edificios históricos se requiere de permisosespeciales, hay daños que no se pueden dejar pasar”, aseveróPérez Lara.
El concejal porteño no consideró descabellado que estosinmuebles, que hoy operan como escuelas, pasen a ser oficinasgubernamentales y a cambio edificar planteles modernos paraseguridad de los menores mientras que los espacios citados seremodelan.
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