Siendo la más nueva de las instituciones de su tipo en Tamaulipas, hoy la Escuela de Medicina de la Universidad IEST-Anáhuac es la primera del Estado, por sus resultados académicos, perspectivas de crecimiento y, especialmente, su incidencia en el desarrollo de la comunidad.
En 2019 egresó la primera generación de la carrera de Médicos Cirujanos de la institución y presentan el Examen Nacional de Especialidades de Residencias Médicas, logrando colocarse en el sitio 18, de 129 escuelas de Medicina en el país.
La Escuela de Medicina del IEST-Anáhuac inició en agosto de 2013 y desde entonces ha mantenido un alto nivel de exigencia académica, que se complementa con el modelo formativo de la Red universitaria a nivel nacional, que da prioridad a la cercanía, compromiso y ética de los médicos con los pacientes.
TRES PILARES
Para el Dr. Carlos García Willis, director de la institución, el secreto radica en tres pilares fundamentales: Un moderno edificio diseñado especialmente para la enseñanza de Ciencias de la Salud, dotado con lo más avanzado en tecnología en sus laboratorios, aulas, mobiliario y equipamiento; un cuerpo médico conformado por especialistas altamente calificados que son seleccionados escrupulosamente; así como la pertenencia a la Red de Universidades Anáhuac, que con ocho campus es la más amplia con escuelas de Medicina en México.
El Dr. García Willis tiene una larga experiencia en el ejercicio de la medicina, como docente, así como responsable médico de hospitales públicos y privados en el sur de Tamaulipas, lo que le convierte en uno de los especialistas con más prestigio y conocimiento del sector.
Ahora, al frente de la Escuela de Medicina del IEST, revela que 2019 cerró muy bien en cuanto a resultados académicos, por la ubicación lograda a nivel nacional en la evaluación de sus egresados, pero también, porque se colocó en el primer sitio de las instituciones de este tipo en Tamaulipas.
“Esta es una escuela joven, tiene 7 años y se compromete con el nivel de exigencia que tiene el IEST, que acaba de cumplir 45 años en 2019, así como con el nivel de exigencia académica que debemos mantener y vigilar, así que estamos muy contentos con eso”, dice.
Explica que esto se consiguió porque se ha aplicado un modelo que se sustenta en poner al centro de la formación integral de los estudiantes, el compromiso con las personas, la sensibilidad a las necesidades de la gente, así como a los valores que integran la base de la institución educativa, lo que la hace diferente.
“Es una escuela que es diferente a las otras, porque bien lo comentaba usted, lo que buscamos es tener al ser humano, a la persona en el centro de nuestro quehacer, como parte de nuestra actividad. Eso implica respeto, ética y más cosas que tienen que ver con los valores de la institución y de nuestra escuela de Medicina”, señala.
Los avances obtenidos por la primera generación de egresados, se explica por la conjugación de diversos factores que el director de la escuela detalla claramente: infraestructura, cuerpo docente y soporte académico.
“La verdad es que para tener esos resultados que obtuvimos en 2019 tiene que ver con tres ejes fundamentales: Uno, tiene que ver con el edificio que es un inmueble pensado para Ciencias de la Salud, para su enseñanza. Contamos con una área de simulación hospitalaria en donde simulamos un hospital dentro de la escuela y ese hospital tiene simuladores de alta y baja fidelidad, en el que los alumnos van y practican escenarios clínicos que a lo mejor no pudieran ver en un sanatorio y aquí sí, con el apoyo de los profesores y entre ellos mismos, entonces eso nos da un handicap importante.
Los simuladores son como robots humanos que pueden aparentar enfermedades de cualquier tipo: se quejan, lloran, gritan, etcétera, entonces el alumno puede ver en él un escenario muy real, como si estuviera en un hospital”, explica.
La segunda parte es la integración del cuerpo médico cuidadosamente seleccionado, que se apoya en un Consejo Curricular formado por 14 facultativos de muy alta especialidad, tampiqueños todos ellos, quienes aportan su experiencia profesional.
Finalmente, el hecho de formar parte de la Red de Universidades Anáhuac le abre más posibilidades de obtención de experiencias y de desarrollo profesional a sus egresados, pues cuenta con 8 campus distribuidos en todo el país, entre los cuales, el del IEST destaca por su alta calificación académica, modernidad y proyección.
“Yo creo que somos la red más grande de escuelas de Medicina en el país, no encuentro otra. Nosotros somos 8 Campus de Medicina en el país: Oaxaca, Mérida, Cancún, Puebla, Xalapa, México, Querétaro y Altamira.
La verdad es que eso nos da una presencia importante a nivel nacional y todos dentro de un marco filosófico igual, es decir, formar médicos con sentido humano, volvernos a apegar al paciente, no despersonalizarnos, entre otros elementos.
Si le sumamos que somos una escuela en la que nos interesa más la calidad que la cantidad y nosotros no nos esforzamos mucho por tener muchos alumnos: Nuestra meta es 50 alumnos al año, es muy bajita, esa es la meta y eso hace que conozcamos a los alumnos personalmente, sabemos sus problemas, lo que está pasando con ellos, sabemos cómo van académicamente, nos involucramos mucho porque los conocemos muy bien”, afirma.
Actualmente, la Escuela de Medicina del IEST tiene 200 alumnos desde el primero al último semestre de la carrera. La enseñanza en cada etapa de la carrera es personalizada, pues los profesores tienen grupos con un máximo de 5 alumnos, en la parte de los temas clínicos, en los hospitales, lo cual tiene enormes ventajas en la formación.
“El modelo permite enseñar y tutelar, porque no sólo vienen a clases los maestros, sino que enseñan y se preocupan porque se haya aprendido”
Adicionalmente, la vinculación que se tiene institucionalmente con todos los hospitales públicos y privados de la zona, le añade mayor valor.
“Somos la única escuela que tiene permiso para estar en el Hospital Naval de Tampico y en el Hospital Central Naval de la Ciudad de México, eso lo conseguimos recientemente”, dice con satisfacción el Dr. García Willis.
Para 2020, los principales retos de la Escuela de Medicina del IEST se centran en continuar con los niveles de exigencia académica, la calidad de la enseñanza y por ende, la alta calificación de sus egresados en el Examen Nacional de Especialidades de Residencias Médicas, así como la certificación ante organismos del sector.
“Para este año tenemos varias asignaturas pendientes, una de ellas es ya acreditar la Escuela de Medicina ante CIES y COMAEM, que es lo que estamos trabajando, otra es seguir posicionando la escuela de Medicina a través del Examen Nacional de Residencias Médicas, queremos abrir nuevos convenios con hospitales foráneos para tener más posibilidades para nuestros alumnos y obviamente, seguir equipando e innovando en relación al equipamiento en la escuela. Tenemos el equipamiento de laboratorios más equipados del estado, hasta el mobiliario, todo es muy bien establecido”, puntualiza.