Aunque en el sector salud de Tamaulipas no se cuenta con los registros de las pacientes que padecen de esclerosis múltiple, se estima que desde el 2018 el número de personas que sufren de esta enfermedad crónica, neurodegenerativa y autoinmune ha ido en aumento.
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Según el último reporte de la Secretaría de Salud en la entidad a través del programa Por Tu Salud, para esta fecha (2018) se contabilizaba en Tamaulipas alrededor de mil personas, quienes seguían un tratamiento.
De acuerdo con los datos de la Asociación de Ayuda Esclerosis Múltiple de Tamaulipas, hasta el mes de mayo se habían integrado 60 personas con el diagnóstico de esclerosis múltiple y se conoce de 20 casos más en la zona.
El presidente del Colegio Mexicano de Medicina Crítica, Jorge Rosendo Sánchez Medina, señaló que este tipo de padecimientos afecta principalmente a mujeres de entre 25 a 40 años, y no hay antecedentes para poder detectar la enfermedad.
El especialista en medicina interna, en terapia intensiva y medicina crítica sostuvo que “consiste en la desmielinización de los nervios, es considerado como una enfermedad autoinmune, entonces las mismas defensas o anticuerpos nuestros destruyen cierta capa de los nervios, la mielina; esto va haciendo que haya problemas neurológicos entre los que se incluye la visión, que puede ser doble; parestesias, que son sensibilidad alterada en los nervios; entre otros”.
Pese a los avances que se tienen en la medicina, aún no se sabe las causas que llevan a estos padecimientos “es una enfermedad que afecta al cerebro, puede afectar la médula espinal también que es lo que hace que los signos varían mucho incluso en gravedad, algunos de los síntomas son las parestesias que son un entumecimiento, se entumen las extremidades con sensaciones de calambres o de choques eléctricos, temblores, falta de coordinación, se tambalea la persona para la marcha, al hablar puede arrastrar las palabras, puede haber fatiga, mareos”, indicó.
Por lo menos 50% de las personas que desarrollan esta enfermedad no logran curarse y con el paso del tiempo va empeorando hasta tener pocas posibilidades de vida. Además, esta enfermedad puede ser hereditaria.
“Puede avanzar tanto que los músculos se pueden volver rígidos, la persona puede estar postrada, sin moverse o puede sufrir alguna parálisis en las piernas”, expresó Medina.
El presidente del Colegio Mexicano de Medicina Crítica, señaló que es muy complicado detectarlo a tiempo, lo que hace que se vaya desarrollando hasta sentir los primeros síntomas.
“Desgraciadamente no hay una manera de detectarlo, como todas las enfermedades autoinmunes, entonces el tratamiento es de sostén más que nada porque no hay algo que pudiera decir que es bueno para las enfermedades autoinmunes, muchas veces se trata con esteroides al principio y en algunos casos con tratamientos inmunosupresores”, mencionó.
Señaló que con terapias de rehabilitación y de fisioterapia, ayudan a los pacientes a tener mayor movilidad en sus extremidades, sin embargo hasta el momento se desconoce la evolución de la enfermedad.
El especialista en medicina crítica recomendó a la población a estar atentos a cualquiera de los síntomas y acudir al médico para un diagnóstico clínico para descartar o confirmar dicha enfermedad y de ahí iniciar con el tratamiento adecuado.
“Ya el médico decidirá si esos síntomas son de alguna otra patología o si es una enfermedad autoinmune para pasarlo con el especialista de esa rama que puede ser el neurólogo o si es otra enfermedad al traumatólogo”, citó.
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