En México, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de los casi 125 millones de habitantes que existen, el 51.1% son mujeres y el 48.9% hombres, lo que podría llevar a suponer que en materia de compras y gastos, el sector femenino dejaría una derrama económica mayor.

Sin embargo, el sector masculino a la hora de hacer compras y de gastar, no se queda atrás, señalan Condusef y Profeco.

Las dependencias gubernamentales mencionan que un estudio, organizado por MasterCard, advierte que los hombres están dispuestos a gastar mucho más pesos que las mujeres. Por ejemplo, uno de cada cinco hombres no ve ningún problema a gastarse una buena suma de dinero, solo para mimarse. Las mujeres que harían lo mismo son solo la mitad.

Por otro lado los hombres prefieren gastar en cosas más grandes como entretenimiento, tecnología y viajes. Para ellos es una debilidad gastar en un buen momento, por ejemplo, en el fin de semana.

Las mujeres por su parte, encuentran consuelo en los pequeños beneficios que, además de la ropa, pueden incluir dulces tentaciones, un tratamiento de belleza o incluso el último número de una revista de moda. Un hecho curioso es que tal mimada ocurre al menos una vez al mes en ambos sexos.

La diferencia está en el monto

Si en lugar del número de compras y la frecuencia de estas, nos enfocamos en el tamaño de los productos y el costo total, la imagen cambia, advierte.

Por ejemplo, las compras impulsivas: las mujeres las hacen con más frecuencia, pero son más pequeñas. Mientras que un hombre se inclina a gastar más si se trata de tecnología, autos o deportes.

Son significativos también los resultados de un estudio, realizado por la compañía de investigación pública Garner, sobre el uso de aplicaciones móviles. Resulta que las mujeres no solo las disfrutan menos, sino que también las seleccionan cuidadosamente y prefieren las versiones gratuitas.

En cambio, los hombres pagan por las aplicaciones móviles sin siquiera pensarlo.

El sector está creciendo rápidamente y cada vez más empresas buscan formas de monetizar sus aplicaciones, por lo que la cantidad gastada no es tan poca como parece a simple vista.