En bicicletas, motocicletas y hasta automóviles propios cientos de hombres y mujeres que desafían el intenso calor primaveral y el virus Covid-19 llevan a casa comida, medicinas, compras del súper y hasta de frutas y verduras de los mercados municipales.
Este giro de negocios florece a través de plataformas digitales y particulares, favoreciendo el empleo e ingresos extras para las familias de la región.
La emergencia de salud ha causado aislamiento involuntario de una buena parte de la población local, lo que convirtió el período de crisis en una oportunidad de crecimiento para aplicaciones como Yo Soy Juan o Uber Eats, con apenas unos meses asentadas en Tampico y su periferia, explicó Nelson Avendaño Cobos, director de Yo Soy Juan.
Son más de 300 personas, entre hombres y mujeres, que se han incorporado a este empleo considerado complemento de ingresos para muchos, para llevar a las casas u oficinas tacos, tortas, pizzas, pollo frito, pero también comida gourmet como cortes de carne o alimentos sanos, lo que oxigena un poco al comercio y a la industria gastronómica afectada por la semiparalización de la economía local.
Sin embargo el negocio se ha extendido mas allá y las familias que se han agregado a la estrategia Quédate en Casa, los utilizan para otros mandados, con costos de salida desde los 35 pesos, pero subiendo conforme a la distancia.
YO SOY JUAN
Apenas nacida el 3 de diciembre pasado, Yo Soy Juan es una plataforma tecnológica basada en la economía colaborativa, que emplea a aquellos que tienen tiempo libre, sin que haya una relación laboral y que en Tampico y Madero ya incorporó medio centenar de personas.
A través de convenios de colaboración, ya sumó a poco más 150 empresas, lo que facilita el trabajo a los distribuidores que pueden ganar desde mil pesos semanales, además de recibir bonos extras al llegar a metas de reparto, aseguró.
Antes del coronavirus los mejores tiempos llegaban los fines de semana o en períodos vacacionales, con incrementos del 30% en la demanda de servicios, pero el riesgo de contagio del Covid-19 potenció el negocio en estos días, obligando también a los trabajadores a extremar sus medidas de protección sanitaria, con la instrucción de evitar al máximo el contacto con los clientes.
Estima que en la formalidad solo operan Uber Eats y su plataforma, pero sus estudios de mercado advierten que existen otras 30 microempresas que laboran en la economía subterránea, que dan trabajo a más de 300 personas.
El promedio de gasto en comida rápida, la de mayor consumo, es de 250 pesos por alimentos, al que agregan los gastos de entrega.
HASTA SABRITAS DEL OXXO
Rodolfo Rodríguez, de 21 años, pedalea su bicicleta más de 25 kilómetros por día para llevar a domicilio diversidad de productos, principalmente pollo frito, hamburguesas y pizzas.
Colabora con Uber Eats hace pocos meses y aunque no está inscrito en el IMSS, ni tienen derecho a prestaciones sociales, señala que cuenta con un seguro de vida otorgado por la plataforma digital si sufre algún accidente.
Es soltero, vive con sus papás, apenas terminó la secundaria y expresa está contento con su trabajo al que le dedica entre 8 y 9 horas de su día para ganar entre 200 y 250 pesos diarios.
Hasta Sabritas del Oxxo o un kilogramo de tortillas ha llevado a domicilio Roberto González, repartidor de Yo Soy Juan, quien asegura este empleo le dio la oportunidad de aumentar sustancialmente sus ingresos, pues ahora gana al menos dos mil pesos por semana.
Comienza su jornada desde que abre la aplicación a las 8 de la mañana hasta las 11 de la noche, tiempo que recorre en su motocicleta para llevar no sólo comida, sino también para hacer otros mandados o entregar medicinas.
Aunque soporta las inclemencias del tiempo, menciona que prefiere este empleo al anterior, cuando era encargado de una pollería, pues ahora gana mejor para mantener a sus cuatro hijos.