Las mujeres han logrado avanzar en su participación en la economía del país, enfrentando y superando la cultura machista y los roles de género que las relegaba al cuidado de los hijos; hoy ellas representan 49% de la fuerza laboral, pero en Tamaulipas siguen ganando menos que los varones.
En Tamaulipas 38% de las mujeres son económicamente activas, sin embargo, todavía existen diferencias entre el salario que ganan ellas contra el de los hombres, a pesar de que desempeñen el mismo trabajo.
En la equidad salarial, Tamaulipas ocupa la posición 22 del ranking de Competitividad 2021, elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), donde revela que la diferencia de los ingresos de hombres y mujeres es de 16%, es decir, que ellos ganan 16% más que ellas.
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“Lamentablemente ese fenómeno no se ha eliminado, sí ha disminuido sobre todo en el sector gubernamental, pero en el privado se mantiene, y es una constante para muchas empresas”, señaló Saraí Castillo Flores, presidenta del Colegio de Economistas de Tamaulipas.
Con el incremento salarial de 22% este año, ha facilitado que cerca de 6.5 millones de trabajadores con empleo formal tengan ese beneficio, aunque no es suficiente, porque está el sector informal donde muchas mujeres trabajan y es donde se da más esa brecha salarial, apuntó la especialista.
Hay 14 millones de personas que trabajan en el sector informal del país, quienes no reciben ese 22% de aumento en el salario.
EMPRESAS Y GOBIERNO DEBEN COMBATIR EL REZAGO SALARIAL
La economista advirtió que “cuesta salir de ese rezago salarial que tenemos las mujeres, hace falta que las instituciones y las empresas generen y fomenten un ambiente de equidad en el salario para notar verdaderos cambios”.
A pesar de que hay políticas federales encaminadas a dar mayor espacio de poder y en la toma de decisiones a la mujer, “en el caso de Tamaulipas no es así”, comentó.
“¿Cuántas secretarias de Estado en Tamaulipas son mujeres?, solo hay dos secretarias, todavía en Tamaulipas, pese a que se dice que hay que abrir espacios, la realidad es que no es así, si vemos en las direcciones y rectorías de universidades públicas todas son hombres, muy pocas son mujeres”, refirió.
Por otro lado, universidades privadas como UNE, IEST, Valle de México e ICEST destacan por sus rectoras, incluso en la industria de Altamira falta más presencia de mujeres, analizó la especialista.
Algunos sectores tienen mayor apertura, hay que ver si los salarios son y han sido iguales a los de los hombres.
“Si una mujer gana por ejemplo mil 200 pesos, por el mismo trabajo a un hombre le pagan mil 350 pesos, hay una diferencia, y en la informalidad la brecha es de hasta 400 pesos, la diferencia salarial es importante”, dijo.
MUJERES: LAS MÁS AFECTADAS EN PANDEMIA
Con la pandemia se afectó más a las mujeres, porque los empleos sacrificados fueron más de mujeres, aunque ellas han sido un amortiguador de la economía en el estado, gracias a la dinámica de las mujeres que en la informalidad continuaron generando ingresos a sus familias, resaltó Castillo.
“Ayudaron a que la economía del estado no se fuera para abajo, y los ingresos familiares salieron a flote gracias a esas actividades desarrolladas por las mujeres”.
La economista pidió que haya mayor concienciación de las instituciones públicas para llevar la equidad laboral y salarial a la práctica, y no quede solo en cursos que no se llevan a cabo en la realidad.
“Necesitamos crear instituciones que ayuden a implementar políticas que abran espacios a las mujeres, se vigile la disparidad de salarios y haya un control de que si el hombre gana una cantidad la mujer gane lo mismo, pero se deja al libre albedrío”, puntualizó.
La labor de la igualdad no corresponde solo a la autoridad legislativa o a los consejos administrativos de las empresas, sino que reducir o eliminar la disparidad salarial es labor, exigencia y conciencia de todos.