La flota camaronera de Tampico no podrá ser sometida a trabajos de mantenimiento mayor, debido a que el Gobierno federal suspendió los apoyos para la rehabilitación de pesqueras, así como el subsidio en el diésel marino, asociado a la falta de fondos económicos y la baja rentabilidad que arrastra el sector desde hace varios años.
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En este periodo de veda, que comenzó el primer día de mayo y probablemente termine a mediados de agosto, solo serán rehabilitadas 10 embarcaciones de las 182 en operaciones y el resto recibirá trabajos básicos de restauración en los propios talleres de los armadores.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en Tampico, Emilio García Walle, aseguró: “De acuerdo con las reglas de seguridad marítima, los camaroneros deben recibir dos veces cada cinco años restauración integral en el casco, equipos de navegación, motores, redes y cubierta para disponer de permisos de salida”.
En este 2020, solo 5 % de la totalidad de la flota camaronera podrá recibir estas rehabilitaciones por la falta de apoyos y poca solvencia del sector.
Los dueños de los barcos erogarán recursos propios por poco más de 150 000 pesos para reparar cada uno de los pesqueros que son llevados a varadero a fin de cumplir la normativa de seguridad a la que obligan las autoridades marítimas y poder obtener los despachos, una vez que comience la “corrida” después de agosto o septiembre, agregó el especialista en el sector de astilleros y varaderos.
La suspensión de subsidios federales para la restauración de la flota, así como del subsidio del diésel marino para el suministro a las embarcaciones, sumado a las bajas cosechas de camarón, son razones por las que los armadores de Tampico no tienen liquidez para sufragar gastos mayores en los barcos, los cuales acumulan más de 30 años de antigüedad.