El regreso a clases presenciales autorizado por las secretarías de Salud y de Educación en Tamaulipas no salvará por sí solo el ciclo escolar 2021-2022, se requiere trabajar de la mano maestros y padres de familia por el bien de los estudiantes.
En ese sentido se hace necesario el establecimiento de una política pública real que coloque a los programas lectivos y a los planteles escolares como una prioridad, es una de las demandas principales tras el paso de los mayores efectos del Covid-19 en el país.
Docentes y padres de familia señalan que la pandemia evidenció las vulnerabilidades de la educación pública e incluso las privadas, que tienen el reto no de salvar el año escolar sino de limitar los daños al mismo.
El proceso lectivo, de acuerdo con los especialistas, está alcanzando 70% de cobertura y se afronta un importante déficit de aprendizaje por varios motivos entre alumnos del nivel básico.
NECESARIO DESARROLLAR LA ESCUELA PÚBLICA
El coordinador de la zona 08 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en el sur del estado, Jaime Olvera Cárdenas, expuso que una de las lecciones que de algún modo deja la pandemia es la necesidad de desarrollar al máximo la escuela pública que requiere mayores inversiones en infraestructura y equipamiento.
Explicó que en estos tiempos es necesario estar a la par de las nuevas tecnologías para el mayor avance posible de los estudiantes, aceptando que si bien no todos pueden acceder a las nuevas alternativas en sus casas, para eso estaría la escuela.
“Tiene que haber mayor inversión por parte del Gobierno federal y estatal e incluso, municipal, deben inyectarle dinero a las escuelas públicas, los planteles privados se sostienen con aportaciones de los padres de familia y en la pública es aportación voluntaria, necesitamos una política real que coloque a la enseñanza como una prioridad desde el nivel básico”, expuso Olvera Cárdenas.
Considera que todavía gran parte de las escuelas privadas están laborando de manera híbrida porque tienen las condiciones para ello, lo que no ocurre con los planteles públicos que afrontan muchas carencias.
RETORNO ESCOLAR
“Vemos como un acierto el retorno a clases de manera presencial aunque sea limitado, los maestros vamos a poder trabajar de manera directa con los alumnos y esa interacción favorece al menor pero también es importante que los padres se sumen para poder recuperar lo más que se pueda del ciclo lectivo”, apuntó Olvera.
Por su parte, la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) estima que hasta ahora, 40% del alumnado en la zona sur continúa sin integrarse a las clases ya sea presenciales o en línea, a más de 20 días de la reapertura de escuelas en Tamaulipas, lo que se asocia a la falta de recursos por parte de las familias.
DOS AÑOS SIN CLASES PRESENCIALES
Este 20 de marzo se cumplirán dos años de la suspensión de actividades presenciales en más de mil planteles tanto de nivel básico como medio superior y superior, el cual tomó desprevenidos a todos.
En ese sentido la UNPF y el SNTE, por separado coinciden en que ahora, más que nunca y en lo que resta del ciclo escolar, es necesario que mentores y padres de familia cierren filas para disminuir el daño ocasionado en el nivel de aprendizaje de los menores.
Sobre ello, David Hernández Muñiz, consejero de la UNPF, expuso que las escuelas privadas sacaron ventaja de su condición y pudieron aplicar de manera adecuada la modalidad de clases virtuales durante este tiempo de pandemia.
“En estos dos años se aprovechó para conocer y aplicar nuevas tecnologías sobre todo a nivel primaria y secundaria, en el ámbito medio superior y superior ya se tenía conocimiento de la tecnología virtual y se afianzó con las clases a distancia, para la primaria todo fue nuevo, pero se tiene un mayor saldo positivo”, señala Hernández. En contraparte, Olvera Cárdenas señaló que en el sector público son pocas las escuelas que están equipadas para la modalidad virtual, además de que también influye la condición social de las familias.
“Son realmente mínimas las escuelas públicas que están en condiciones de aplicar la tecnología para las clases a distancia, los directores y maestros hicieron y continúan haciendo un esfuerzo pero no es lo mejor por diferentes factores, ahora las clases presenciales, aunque sean parciales, vendrán a ayudar y recuperar parte de lo perdido, pero se requiere de los padres”, expuso.
CERRAR FILAS
Como una manera de limitar el daño al ciclo escolar, Hernández Muñiz y Olvera Cárdenas señalaron que parte de la responsabilidad no solo está en los maestros y alumnos, sino también en los padres de familia.
Explicaron que durante el encierro de la pandemia, muchos estudiantes se esforzaron por cumplir, pero a la vez también se hizo evidente que un gran número de padres de familia no están involucrados en el aprendizaje de sus hijos.
Hubo casos en donde el menor que contó con el respaldo de sus padres cumplió con el envío de tareas, pero también hubo casos en donde se afrontaron limitaciones por la falta de equipo de cómputo e internet, pero realizaron un esfuerzo y se notó, pero sin embargo hay estudiantes que teniendo todo para trabajar están “desaparecidos” en su cumplimiento escolar, lo que representa un problema.