Con números "rojos" opera el 40 por ciento de los más de 370 locales de los mercados temporales y a más de tres años que fueron reubicados, no hay fecha todavía para que regresen al nuevo edificio del mercado Juárez-Hidalgo.
Vendedores de comida, ropa, chiles, artesanías y otros productos apenas sobreviven por las ventas decrecientes y las pocas oportunidades de progreso en los que fueran las bodegas del ferrocarril, aseguró Luciano Pérez Sustaita, dirigente de los locatarios de los mercados temporales.
Dijo que la mala ubicación de las bodegas y el alargamiento inesperado en la construcción de los nuevos edificios de los mercados Juárez e Hidalgo, empeorarán la crisis económica de casi la mitad de los oferentes reubicados.
Las deudas contraídas con los bancos o con prestamistas persiguen a los comerciantes, a quienes les urge la terminación de los edificios actualmente con un adelanto del 70% en su construcción y sin que haya fecha para ser entregados, expresó.
Manifestó que todavía no han tenido un encuentro formal con el nuevo alcalde Jesús Nader Nasrallah, pero tienen la promesa de que intercederá para que la terminación de esa obra sea pronto y los oferentes puedan desempeñar sus actividades en mejores condiciones.
La situación económica ha estado mal para los comerciantes de los mercados porteños, pues mientras son muchos los que operan con pérdidas, otros muchos más han cerrado, optando por emplearse en otras actividades y dejando negocios que han operado por años.
“Estamos esperando que el Gobierno del estado informe sobre cuándo serán reanudados los trabajos en los mercados, pero no sabemos qué está pasando, ni cuál es el estatus de la compañía contratista que tenía a su cargo la obra, pero es urgente que queden terminados”, insistió.