En abril de 1684, hoy hace casi 339 años, los piratas franceses, secuaces de Lorencillo, invadieron el puerto de Tampico. Los habitantes de la villa huyeron rumbo al monte, tratando de protegerse de las terribles consecuencias del arribo de los corsarios. El virrey de la Nueva España estaba desesperado y redactó 43 legajos explicando la situación a la corona.
Breve historia del ataque corsario
El documento histórico titulado “Carta del virrey marqués de la Laguna” preservado por el Ministerio de Cultura y Deporte Español, expone cómo un día de abril de 1684, al amanecer, un grupo de piratas, conformado aproximadamente por 1500 hombres, arribaron a las costas de Tampico.
Al ver a las naves enemigas en el horizonte, las personas abandonaron sus hogares y, la mayoría, se encaminó al monte. Cuando los piratas tomaron control del lugar hicieron prisioneros a los habitantes rezagados.
El virrey de la Nueva España, Tomás Antonio de la Cerda Manrique de Lara, primero, cundió a la angustia; segundo, movilizó a su consejo para dar solución al conflicto.
Las autoridades de Tampico dieron noticia al puerto de Veracruz sobre el ataque pirata, buscando la ayuda de la Armada de Barlovento.
¿Qué era la Armada de Barlovento?
De acuerdo al artículo del Colegio de México, “Una misión de la Armada de Barlovento”, escrito por María del Carmen Velázquez, la flota instaurada por el rey Carlos II, tuvo como base de operaciones el puerto de Veracruz hasta 1685, momento en que la sede se trasladó a la Habana, Cuba.
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La Armada de Barlovento tenía como objetivos primordiales, entre otras cuestiones, perseguir a los piratas, desalojar a los enemigos apostados en la costa del Seno Mexicano y el transporte de presidiarios.
Desde 1683, la Armada perseguía por los mares de América al pirata Lorencillo y a sus secuaces, quienes atacaron diversos puertos, entre ellos, Veracruz y Campeche.
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En 1684, al navegar rumbo a Tampico, la Armada logró tomar el control de varias embarcaciones piratas y liberar a un amplio número de prisioneros.
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El general de la Armada informó de su relativo éxito al virrey de la Cerda, quien, contrario a la petición de someter a la pena de muerte a los corsarios, decidió respetar las órdenes del rey Carlos II, expuestas en febrero del mismo año. A saber, enviar a todos los piratas capturados en América rumbo a España.
¿Cuál es el final de la historia? Hasta donde sabemos, Lorencillo no fue detenido por la Armada. El virrey de la Cerda, desesperado, logró enfocar su atención describiendo los hechos en una larga misiva. Aún hoy, más de tres siglos después, sus memorias permiten conocer cómo, en 1684, los piratas invadieron Tampico.
