Girando desde los patios y parques de nuestra infancia hasta ser un souvenir que adorna repisas o un mero recuerdo, el trompo es un juguete de generaciones que no giró tan rápido como el paso del tiempo.
Repletas se encontraban las calles, esquinas y parques donde un tumulto de niños hasta adolescentes se reunían a jugar entre risas y carcajadas con este tradicional juguete mexicano, hoy todos han sido atrapados por el futuro, en el que un pedazo de madera, plástico o acrílico con una cuerda no son suficientes para satisfacer el entretenimiento.
La historia detrás de este juguete es incierta, los primeros registros de un juguete parecido data desde el siglo 100 a.c. hasta el 4000 a.c., que trasciende las fronteras pues estos mismos artefactos también fueron populares en el continente asiático.
LOS JUEGOS DE PAPÁ
Como un medio para dar difusión a la cultura y la interacción social, los gobiernos han buscado de manera constante que estos juegos vuelvan a sus días de gloría.
El director de Cultura de Ciudad Madero, Modesto Ibarra Sandoval, aseguró que “es un tema muy interesante e importante, todo lo que tiene que ver en cultura se nos ha instruido para encontrar la manera de hacerla llegar a los niños, que tiene que ver con la distracción de la tecnología como el celular principalmente y los juegos electrónicos que les quita la libertad de pensamiento”.
El gobierno de Ciudad Madero busca acercar a los pequeños con programas sociales que atraigan el interés a los juegos de antaño y de esta manera incentivar la activación física y la interacción social en los pequeños.
“Estamos proyectando un evento o un programa que vamos a ponerle 'Los juegos que jugaba papá', que tiene que ver con el yoyo, valero, trompo, canicas y otros juegos que estamos buscando integrar”, comentó.
LIBERAR A LOS NIÑOS DEL UNIVERSO DIGITAL
El constante uso de dispositivos móviles como celular, tablets o consolas de videojuegos, según el entrevistado, han tenido resultados negativos en el desarrollo de los menores, siendo un punto a favor para que estos juegos de antaño se motiven por parte de los padres hacia sus hijos.
“Estudios a nivel científico han dado resultados negativos por darle demasiada atención a los dispositivos móviles, están creando adicción y eso es justamente lo que queremos frenar”, precisó el funcionario.
No solo afectaciones sociales, sino como salud física pueden llegar a presentar los niños al no despegarse de los juegos electrónicos, pues a grandes rasgos pueden surgir alteraciones diversas “empiezan a atrofiar los oídos por los audífonos, la vista por el brillo de la pantalla, las manos por la posición poco natural de sostener uno de estos aparatos, todo eso lo podemos evitar atrayéndolos a los juegos de la infancia”.
TAMBIÉN HAY QUE REGRESAR A PAPÁ
Un bloqueo importante que impide a los jóvenes sacar a los pequeños de este universo digital es que también inmersos en estas arenas movedizas se encuentran los mismos padres.
“Hoy en día ni en la misma familia podemos hacer esto, cuando hasta los padres están metidos todo el día en el celular; proyectémonos a los 70's cuando los niños de toda la colonia o vecindad ya sabían la hora en la que se había que juntar y que hoy esas mismas calles están vacías”, comentó el director.
TORNEOS Y PREMIOS
La barrera más grande es la falta de conocimiento, las diferentes habilidades que permitían hacer trucos a todos los que “bailaban” estos trompos como “el perrito”, “la vuelta al mundo”, por mencionar algunas en palabras del entrevistado sería una buena manera de atraer el interés.
Anteriormente, incluso en programas de televisión se incentivaba la práctica de estos juegos que hoy son cada vez menos empleados.
Torneos con premios y ferias es el medio por el cual la Dirección de Cultura de Ciudad Madero busca atraer a estos jóvenes y romper con esta distancia generacional provocada por la tecnología, una lucha que está siendo devorada por una pequeña pantalla con luces.
El director de Cultura de Ciudad Madero, Modesto Ibarra Sandoval, busca traer de vuelta los juegos tradicionales en los niños para reconstruir el tejido social.
BENEFICIOS DE LOS JUEGOS TRADICIONALES
Libertad de pensamiento
Más ideas propias
Más integración socialmente
Respeto
Solidaridad