El tesoro que vino del mar

Las enormes dunas de dorada arena que se visualizan en la costa del sur de Tamaulipas son mucho más que marcos naturales para resaltar los atardeceres en el horizonte o la tersa alfombra para tomar el sol, estas son un verdadero tesoro llegado del mar.

La costa del sur de Tamaulipas, principalmente en el municipio de Ciudad Madero, es depósito de miles de toneladas de estos sedimentos arrojados por el Golfo de México, los cuales pese a estar frente a nuestros ojos no se les ha dado uso.

Es más, para muchos prestadores de servicios e incluso las autoridades, se considera un problema, ya que en cada temporada invernal, de huracanes o marea de tormenta la cantidad de este material es enorme.

Las modificaciones de las corrientes, construcción de estructuras marítimas como escolleras del puerto de Tampico y en el puerto de Altamira han generado que zonas de esta región sean cada vez mayores depósitos de este material.

Estudios realizados por expertos indican que el 80% de la arena maderense puede ser usada y no dejar que esta termine amontonada en zonas inutilizadas o que sigan siendo un problema para prestadores de servicios.

“La zona tiene una riqueza inigualable con la recepción de arena, rica en materiales que pueden ser usados”, expuso a El Sol de Tampico el Ingeniero Geólogo, Óscar Izaguirre Ávila, quien ha efectuado diversos estudios con respecto al tema.

DE MONTONES DE TIERRA A BRILLANTE VIDRIO

Uno de los usos que pueden darse a la arena es convertirla en vidrio, ya que el 80% está conformada por sílice y carbonato, elementos necesarios para fabricar vidrio, mientras que solo 20% restante son residuos como fierro y feldespatos.

Para extraer ese material se requieren estudios geológicos y de impacto ambiental a fin de conseguir los permisos para su retiro, asegurando los prestadores de servicios que es nece-sario aplicar un esquema de utilización que permita liberarlos de estas acumulaciones.

Te puede interesar: Liberan crías de tortugas Lora en Playa Miramar

“La arena de Miramar es sílica, por lo que resulta materia prima para vidrio”, dijo el entrevistado y egresado del Instituto Tecnológico de Ciudad Madero, quien aseguró que la playa del sur de Tamaulipas al ser geológicamente una playa acumulativa, donde por movimientos naturales del mismo mar se genera este depósito excedente, genera suficiente arena para abastecer varias plantas vidrieras.

Existen otros casos de playas erosivas como el caso de Cancún y otras partes del Caribe donde el movimiento del mar provoca el retiro de estos materiales.

En Ciudad Madero, de autorizarse este uso, se emplearían los excedentes que cubren la zona costera, sobre todo en invierno, descartándose que se vaya a generar un banco de extracción, mas sí se lograría solucionar lo que hoy es un problema para autoridades, hoteleros y comerciantes.

Desgraciadamente bloqueos legales así como algunas cuestiones de tipo medioambiental injustificadas mantienen frenada esta utilización “pero, basándonos en estudios serios de geología, puedo asegurar que la arena de playa Miramar no nos la acabaríamos en varios cientos de años”.

OTROS USOS

Con la fundición del fierro este material puede ser usado para otras aplicaciones industriales que requieran este elemento ferroso como materia prima.

Por lo tanto, prácticamente todos los elementos que integran la arena pueden ser empleados para procesos industriales y generación de riqueza.

La arena es también material que inspira a los escultores

EMPRESARIOS CONSIDERAN NECESARIO RESOLVER LA PROBLEMÁTICA

Sin duda dar solución a este problema es una inquietud de sectores productivos, por lo que desde el Consejo Empresarial de Madero (CEM) se impulsa la iniciativa como una opción viable para obtener beneficio de estos excedentes.

El presidente del organismo, Jaime Fernando Posadas Lara, indicó que “el mantenimiento de playa, particularmente el relativo a movimientos de arena, es toral para el desarrollo de actividades económicas y la viabilidad de los establecimientos comerciales y de servicios instalados en Playa Miramar”.

Aseguró que “tenemos una playa generosa que crece todo el tiempo y la única forma de preservar la infraestructura pública y privada instalada es cuidando este aspecto, manteniendo la arena en niveles que permitan disfrutarla a turistas y visitantes locales, sin depredarla, sin caer en los excesos de hace décadas”.

De darse esta utilización los esfuerzos de uso serían cuidados por entidades como la Procuraduría General de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) quienes actualmente median entre el mantenimiento necesario y las condiciones que flora y fauna requieren.

Desde hace años la arena en Playa Miramar es retirada de las zonas públicas para ser recolocada en otros puntos, lo que ha impedido que infraestructura hotelera, clubes de playa, zonas como la plaza Gobernadores y el propio bulevar Costero hoy estén enterrados, lo que representa un enorme gasto público y empresarial. De igual manera se ha vigilado que exista el material suficiente para la anidación de tortugas lora, lo que hoy alcanza más de 10 mil crías liberadas cada año del Campo Tortuguero de Playa Miramar.

“Esto no es casualidad, es desarrollo sustentable, es lograr el equilibrio entre el medio ambiente y las actividades económicas que desarrollamos”, dijo Posadas Lara, quien apuntó que “cada año, el mar arroja a Miramar cientos de miles de metros cúbicos de arena, un reto que hemos venido solventando, de manera muy responsable; la prueba es que tenemos una playa no depredada”.

Playa Miramar es mucho más que la llegada de turistas cada temporada vacacional, recorridos para observar el ocaso y hacer ejercicio al amanecer, representa un verdadero sitio inexplorado en materia de utilización de su riqueza abundante como el caso de la arena.