El suicidio es un problema de salud pública en el mundo como en el país, al existir un aumento significativo de los casos a través del tiempo; en México en 2021 se observaron 8,447 suicidios consumados, de los cuales 202 corresponden a habitantes de Tamaulipas.
De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), quienes encabezan esta estadística en la entidad con 31 hechos consumados de suicidio son las personas de 65 años en adelante, seguidas del sector de la población de 15 a 19 años, en donde se presentaron 28 casos, 13 correspondientes a hombres y 15 mujeres.
El secretario general de la Asociación de Psiquiatría Mexicana, Víctor Octavio López Amaro, mencionó que el suicidio es una situación de desesperanza total en las personas, que puede iniciar desde un pensamiento que se describe como un flechazo, un intento hasta el acto de consumarlo.
Comentó que es importante la detección temprana y un manejo oportuno, “es fácil controlar impulsos como el levantar una mano o pierna, pero hay otros factores como la desesperación por baja autoestima, que terminan sobrepasando todo lo positivo y lleva al paciente a tomar la puerta falsa”.
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Explicó que si hubiera una situación de estrés esta podría llegar a provocar dos respuestas, la primera la positiva en donde se estimula el trabajo para obtener un mejor crecimiento emocional y laboral, así como un mayor ingreso.
Sin embargo, también existe lo negativo, es donde las personas llegan a presentar un colapso a causa del estrés, lo cual impide seguir trabajando y lleva a los involucrados a caer en una depresión que afecta no solo a los pacientes, sino también a sus familias, parejas o amigos.
“Hay que intentar medir el problema desde el punto de vista de la persona que lo sufre, vemos a jóvenes que enfrentan una ruptura de pareja; quienes son víctimas de robo o los que perdieron su trabajo, lo cual para muchos podría ser algo pasajero y con opción a un crecimiento a futuro, pero para ellos es el detonante para un intento de suicidio”.
El mayor médico cirujano, especialista en Psiquiatría, agregó que existen personas que muestran sintomatologías suicidas en un corto tiempo, que a veces le comunican a los demás, dejan una carta, entregan la llave de su candado y todo lo importante, es en ese momento cuando se puede actuar, sin embargo, existen sujetos que todo parece normal y de un momento a otro consuman el acto.
“Como lo diría un personaje de alguna película, no falta un minuto para que cualquier persona en un perfecto estado de salud bajo un estado de presión intenso cambie y pierde el control de la situación y termina quitándose la vida”.
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Van en aumento los casos
Debido a que los actos suicidas se presentan cada vez más en personas jóvenes, es muy importante desarrollar en los niños y adolescentes aptitudes socioemocionales para la vida, habilidades para afrontar los problemas y el gozar de comunicación con las personas para poder proporcionar ayuda cuando lo requieran.
Es en ese momento cuando los especialistas de la salud mental, apoyados de los familiares, amigos y compañeros de trabajo, debemos de actuar a tiempo para lograr detectar, evaluar y tratar a las personas que muestran estas conductas destructivas y hacerles un seguimiento adecuado.
“Los suicidios son prevenibles y el tener un episodio de autolesión o suicidio es un indicador de sufrimiento emocional grave, por lo que es muy importante el apoyo inmediato para ayudar a afrontar los problemas emocionales y aquellos factores estresantes”.
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Destacó que en Tamaulipas no se cuenta con una línea directa para brindar apoyo a aquellas personas que llegan a padecer los impulsos suicidas, aunque a nivel nacional se puede encontrar a través de llamadas telefónicas a la LÍNEA DE LA VIDA (800-911-2000) en donde personal especializado les brindará la atención y apoyo las 24 horas del día.
Un compromiso global, la prevención del suicidio
Víctor Octavio López Amaro, manifestó que el Día Mundial de la Prevención del Suicidio (DMPS), que se celebra anualmente el 10 de septiembre, organizado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), representa el compromiso global para centrar la atención en evitar el suicidio.
El tema para este año que se simboliza con el moño amarillo, es el “crear esperanza a través de la acción”, con la necesidad de una reacción colectiva para abordar de manera urgente este problema de salud pública, en donde se incluye a familiares, amigos, compañeros de trabajo, miembros de la comunidad, educadores, líderes religiosos, profesionales de la salud, funcionarios políticos y gobiernos.
Con el objetivo de crear conciencia sobre la prevención, lo cual se puede lograr mediante el desarrollo de capacidades de los proveedores de atención médica y otros actores relevantes, para enviar mensajes positivos e informativos dirigidos a la población general y grupos en riesgo como los jóvenes, y así facilitando un debate abierto sobre la salud mental en el hogar, la escuela y el lugar de trabajo.
Entre las acciones específicas destacan campañas informativas, instalación de módulos de orientación en las unidades de atención médica de primer y segundo nivel, capacitación a médicos de primer nivel en el abordaje de los aspectos relacionados con esta problemática, así como centros pilotos de atención de urgencias para pacientes que buscan escapar por la puerta falsa.
